En la historia de las estrellas, lo mejor se queda para el final. Miles de millones de años de vida que dan lugar a un final apoteósico que no deja indiferente a nadie. Es como el pitido final de un intenso partido de fútbol o la última frase de una buena novela: a lo largo del recorrido se genera una tensión que se libera en un instante, cuando llega el final.
Comentarios
Vamos, que la zona de habitabilidad es directamente proporcional al tipo de estrella.