Hace 10 años | Por natrix a xatakaciencia.com
Publicado hace 10 años por natrix a xatakaciencia.com

Los responsables del hallazgo han sido investigadores de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, cuyo estudio sugiere que una toxina ambiental incrementa la respuesta inmune a la proteína presente en el pelo de gato. Cuando la proteína Fel d 1, presente en la caspa de gato, está ante la presencia de de lipopolisacáridos (una toxina bacteriana ambiental), activa un tipo de proteína del sistema inmunológico llamada TLR4 que a su vez estimula la respuesta inflamatoria.