La FAVB y los inquilinos de cuatro bloques de pisos de alquiler social gestionados por una filial de Azora reclaman que los inmuebles vuelvan a estar bajo control público y denuncian las maniobras de la compañía para intentar cobrarles más por su vivienda.
Comentarios
A ver si cunde el ejemplo y echamos a unos cuantos buitres del país.