Por siglos, los sacerdotes católicos han ungido a los enfermos con aceite. Este ritual se ha vuelto extraordinariamente difícil durante la pandemia del coronavirus. Sin embargo, en ciertas ocasiones, algunos de ellos han logrado ofrecer los últimos sacramentos.
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No estamos solos...
Votemos a los pederastas, ladrones y asesinos alegremente!!!!!!!!!!!!!!!