«Esta es la historia de cómo llegué a perforarme el cráneo para estar constantemente en un estado de consciencia superior». Pocas memorias arrancan con una frase tan sugerente como la que escribió Joe Mellen en 1970 en su libro Bore Hole. En él explica cómo en 1963 dejó atrás su anodina vida para convertirse en un beatnik, su primera experiencia con los ácidos en España y cómo su búsqueda de una forma de alterar su consciencia de forma permanente lo llevó a practicarse una trepanación, es decir, a perforarse el cráneo.
Comentarios
A sus 76 años, Joe Mellen goza de un estado de salud excepcional y, pese a la edad y a su afición a la LSD, parece mucho más agudo e inteligente que la mayoría de las personas que conozco.
Tras leer esta frase y el resto de la entrevista, recomiendo al redactor de vice hacer más amigos, sobre todo fuera del ámbito de sus lectores...
#6 ¿Conoces a Joe Mellen personalmente?
#11 No, he leído la entrevista, y se le va la olla mucho
Se nota enseguida cuando has atravesado todo el cráneo porque sale mucha sangre y de repente la broca penetra unos dos centímetros y medio.
Pues fijo que te has agujereado el cerebro. Bueno, o al menos has conectado con el hueco que tienes en su lugar.
#3 Yo pensé lo mismo... dos centímetros y medio es mucho penetrar si estás haciendo un bujero en el cráneo
Titular alternativo: Era idiota y me taladré el cráneo para serlo aún más.
Para qué gastar cada semana 200 euros en droga pudiéndome taladrar el cráneo y que el colocón me salga gratis?
Oye... cada uno con su vida..... jajajaaj
La sombra de Darwin es alargada.
Pongamos las cosas en perspectiva. Aquí nos lo venden como un hombre místico en busca de una espirutalidad superior a través de una búsqueda interior literal y metafóricamente y no deja de ser un yonki que se taladra la cabeza probablemente porque no tiene muchas luces y las drogas no ayudan.
¿Y no aprovecho para ponerse un taco y colgarse un cuadro?
No sé ni cómo definir el desasosiego que me provoca leer la entrevista de un tío que se ha perforado el craneo.
Vice en todo su esplendor.