Christian Salmon, el célebre autor del libro y del concepto del storytelling decía en otra publicación que "no hay nada más similar a un evento histórico que una performance bien hecho". Las performance son todas aquellas representaciones dramáticas que, escenificadas en público y ante los medios, tienen la capacidad de transformar el escenario público y las identidades colectivas. Del 15M en la Marcha del Cambio: luces, cámara, acción, comienza el espectáculo de la transformación. Traducción en #1
Christian Salmon, el célebre autor del libro y del concepto del storytelling decía en otra publicación que "no hay nada más similar a un evento histórico que una performance bien hecho". Las performance son todas aquellas representaciones dramáticas que, escenificadas en público y ante los medios, tienen la capacidad de transformar el escenario público y las identidades colectivas. Del 15M en la Marcha del Cambio: luces, cámara, acción, comienza el espectáculo de la transformación.
La marcha de ayer fue, en este sentido, una producción calculada con la voluntad de acabar de definir y enmarcar bajo el paraguas de Podemos esa nueva identidad colectiva iniciada en el 15M que, de forma espontánea, supo devolver a la gente una dignidad que los partidos clásicos habían vendido en Alemania. Esta vez, sin embargo, la espontaneidad brilló por su ausencia para dejar paso a un gran proyecto de ingenieria política.
Una fecha milimétricamente escogida: el fin de semana siguiente a las elecciones griegas donde ya se preveía la victoria de Syriza y en la que Podemos había hecho una gran labor para equiparar ambas formaciones como hermanas y comparables desde su inicio. El escenario público, la Puerta del Sol, con un relato perfectamente calculado para presentar el partido de Pablo Iglesias como la lógica consecuencia y desarrollo de todas las movilizaciones sociales desde 2011. Un mensaje claro enfocado a la fecha que guía todo el timing de los pasos de la formación: el momento del cambio es ahora y ganar las próximas elecciones generales.
De este modo, el número de tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, iniciaba en los parlamentos posteriores a la marcha la introducción al relato de la cuadratura del círculo diciendo que el pueblo era aquel que había despertado el 15 de mayo de 2011 y que se había comportado como una piedra en un estanque expandiéndose con las olas. Seguía así el desarrollo, la Secretaría de Análisis Político y Social y la mujer con poder de representación dentro del partido, Carolina Bescansa, argumentando que este mismo pueblo había protagonizado las mareas y las marchas por la dignidad.
Recordar el 31E
El presente y el futuro inmediatos eran explicados de la mano del número dos de la formación y Secretario de Política, Íñigo Errejón, que catalogaba la marcha "de evento histórico" y animaba a toda la audiencia a recordar todos los días del año el 31E y "la lección que les hemos dado" para no dudar ante los ataques a la formación hasta las elecciones. Finalmente, el desenlace, como no podía ser de otra manera, era explicado por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que definía la democracia como "la posibilidad de cambiar lo que no funciona" y anunciaba el final de la historia con una sentencia : "vamos a ganarle las elecciones al PP".
Errejón escribía en septiembre de 2011 en un artículo titulado "El 15M como discurso contrahegemónico" que, de acuerdo con esta nueva identidad generada en las plazas en oposición a los partidos clásicos y los poderes financieros, era necesario investigar la forma de hacer cristalización lizar la ruptura de aquella primavera en una alternativa simbólica, electoral, organizativa y programática que aspirase al poder político. Ayer, él mismo ha sido protagonista de la escenificación de este círculo que se cierra y la pregunta es si podrán mantener este empuje hasta las elecciones.
En la entrevista que Iglesias concedió en Salvados en Ecuador, el líder de la formación afirmó que, Podemos, ante todo, eran "estrategas". Pues bien, lo cierto es que, sin contar algunos errores como el mitin en Barcelona o la desafortunada entrevista de este sábado en La Sexta, los líderes de esta formación han demostrado tener un dominio de la estratégica política y la comunicación infal · lible, y la marcha de ayer no fue una excepción.
Con un recorrido corto que aseguraba la imagen buscada de la Puerta del Sol en abarrotada, la manifestación empezaba a una glorieta de Cibeles desbordada y la visión de una Gran Vía llena a rebosar por la que se hacía imposible circular y avanzar. Las calles anexos se llenaban de gente buscando la fórmula para llegar al epicentro del acto y se improvisaban manifestaciones paralelas ondeando todo tipo de banderas: griegas, chilenas, asturianas, castellanas, aragonesas, republicanas pero, sobre todo, banderas de la misma formación.
Una vez en Sol, con un grandísimo escenario en un extremo de la plaza comenzaban los parlamentos de los principales integrados de la formación hacia la una de la tarde mientras el epicentro de Madrid llamaba al unísono, "Sí se puede" y " presidente "cuando Pablo Iglesias hacía su aparición. Un ambiente de alegría donde los asistentes exhibían todo tipo de carteles hechos por ellos mismos en la línea de una marcha en la que, como repitieron todos los ponentes, no se iba a pedir ni exigir nada, sino a hacer sentir a todos los participantes ya la audiencia que eran actores principales en la narración de la Historia del cambio.
Según la formación, 300.000 personas, según algunos medios, 100.000, pero el resultado, en todo caso, fue un centro de Madrid colapsado y teñido de lila durante toda la jornada que, una vez terminado el acto bajo la vuelta de la canción popularizada por Mercedes Sosa, "Cambia todo cambia", inundaba todos los establecimientos de la capital. Eran más de 260 autobuses los que se habían organizado desde todo el estado y más de 500 personas habían ofrecido a sus casas con un total de 1.200 plazas para pasar la noche de forma gratuita.
Sólo el tiempo dirá si la perfomance de ayer cumplió su objetivo catártico in situ y vía medios de comunicación y si esta sublimación es lo suficientemente fuerte para superar el próximo año con elecciones autonómicas y municipales de por medio. Asimismo, también queda por ver si esta nueva formación es capaz de no perder el factor de la novedad y acabar ahogando con su permanente presencia en los medios para pasar a ser vistos como un partido más. En todo caso, todo estar para ver y el año que comienza nos ofrece muchas sorpresas: como diría un antiguo profesor de Iglesias en Suiza, "bienvenidos a tiempos interesantes".
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Traducción:
Christian Salmon, el célebre autor del libro y del concepto del storytelling decía en otra publicación que "no hay nada más similar a un evento histórico que una performance bien hecho". Las performance son todas aquellas representaciones dramáticas que, escenificadas en público y ante los medios, tienen la capacidad de transformar el escenario público y las identidades colectivas. Del 15M en la Marcha del Cambio: luces, cámara, acción, comienza el espectáculo de la transformación.
La marcha de ayer fue, en este sentido, una producción calculada con la voluntad de acabar de definir y enmarcar bajo el paraguas de Podemos esa nueva identidad colectiva iniciada en el 15M que, de forma espontánea, supo devolver a la gente una dignidad que los partidos clásicos habían vendido en Alemania. Esta vez, sin embargo, la espontaneidad brilló por su ausencia para dejar paso a un gran proyecto de ingenieria política.
Una fecha milimétricamente escogida: el fin de semana siguiente a las elecciones griegas donde ya se preveía la victoria de Syriza y en la que Podemos había hecho una gran labor para equiparar ambas formaciones como hermanas y comparables desde su inicio. El escenario público, la Puerta del Sol, con un relato perfectamente calculado para presentar el partido de Pablo Iglesias como la lógica consecuencia y desarrollo de todas las movilizaciones sociales desde 2011. Un mensaje claro enfocado a la fecha que guía todo el timing de los pasos de la formación: el momento del cambio es ahora y ganar las próximas elecciones generales.
De este modo, el número de tres de Podemos, Juan Carlos Monedero, iniciaba en los parlamentos posteriores a la marcha la introducción al relato de la cuadratura del círculo diciendo que el pueblo era aquel que había despertado el 15 de mayo de 2011 y que se había comportado como una piedra en un estanque expandiéndose con las olas. Seguía así el desarrollo, la Secretaría de Análisis Político y Social y la mujer con poder de representación dentro del partido, Carolina Bescansa, argumentando que este mismo pueblo había protagonizado las mareas y las marchas por la dignidad.
Recordar el 31E
El presente y el futuro inmediatos eran explicados de la mano del número dos de la formación y Secretario de Política, Íñigo Errejón, que catalogaba la marcha "de evento histórico" y animaba a toda la audiencia a recordar todos los días del año el 31E y "la lección que les hemos dado" para no dudar ante los ataques a la formación hasta las elecciones. Finalmente, el desenlace, como no podía ser de otra manera, era explicado por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que definía la democracia como "la posibilidad de cambiar lo que no funciona" y anunciaba el final de la historia con una sentencia : "vamos a ganarle las elecciones al PP".
Errejón escribía en septiembre de 2011 en un artículo titulado "El 15M como discurso contrahegemónico" que, de acuerdo con esta nueva identidad generada en las plazas en oposición a los partidos clásicos y los poderes financieros, era necesario investigar la forma de hacer cristalización lizar la ruptura de aquella primavera en una alternativa simbólica, electoral, organizativa y programática que aspirase al poder político. Ayer, él mismo ha sido protagonista de la escenificación de este círculo que se cierra y la pregunta es si podrán mantener este empuje hasta las elecciones.
En la entrevista que Iglesias concedió en Salvados en Ecuador, el líder de la formación afirmó que, Podemos, ante todo, eran "estrategas". Pues bien, lo cierto es que, sin contar algunos errores como el mitin en Barcelona o la desafortunada entrevista de este sábado en La Sexta, los líderes de esta formación han demostrado tener un dominio de la estratégica política y la comunicación infal · lible, y la marcha de ayer no fue una excepción.
Con un recorrido corto que aseguraba la imagen buscada de la Puerta del Sol en abarrotada, la manifestación empezaba a una glorieta de Cibeles desbordada y la visión de una Gran Vía llena a rebosar por la que se hacía imposible circular y avanzar. Las calles anexos se llenaban de gente buscando la fórmula para llegar al epicentro del acto y se improvisaban manifestaciones paralelas ondeando todo tipo de banderas: griegas, chilenas, asturianas, castellanas, aragonesas, republicanas pero, sobre todo, banderas de la misma formación.
Una vez en Sol, con un grandísimo escenario en un extremo de la plaza comenzaban los parlamentos de los principales integrados de la formación hacia la una de la tarde mientras el epicentro de Madrid llamaba al unísono, "Sí se puede" y " presidente "cuando Pablo Iglesias hacía su aparición. Un ambiente de alegría donde los asistentes exhibían todo tipo de carteles hechos por ellos mismos en la línea de una marcha en la que, como repitieron todos los ponentes, no se iba a pedir ni exigir nada, sino a hacer sentir a todos los participantes ya la audiencia que eran actores principales en la narración de la Historia del cambio.
Según la formación, 300.000 personas, según algunos medios, 100.000, pero el resultado, en todo caso, fue un centro de Madrid colapsado y teñido de lila durante toda la jornada que, una vez terminado el acto bajo la vuelta de la canción popularizada por Mercedes Sosa, "Cambia todo cambia", inundaba todos los establecimientos de la capital. Eran más de 260 autobuses los que se habían organizado desde todo el estado y más de 500 personas habían ofrecido a sus casas con un total de 1.200 plazas para pasar la noche de forma gratuita.
Sólo el tiempo dirá si la perfomance de ayer cumplió su objetivo catártico in situ y vía medios de comunicación y si esta sublimación es lo suficientemente fuerte para superar el próximo año con elecciones autonómicas y municipales de por medio. Asimismo, también queda por ver si esta nueva formación es capaz de no perder el factor de la novedad y acabar ahogando con su permanente presencia en los medios para pasar a ser vistos como un partido más. En todo caso, todo estar para ver y el año que comienza nos ofrece muchas sorpresas: como diría un antiguo profesor de Iglesias en Suiza, "bienvenidos a tiempos interesantes".
#1 Gracias por currarte la traducción