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#1:
Señor Presidente, señor Ministro, queridos colegas:
Al contrario de lo que los traficantes de noticias falsas y los resistentes de los bulevares han estado afirmando durante meses y los sajarov de la dictadura sanitaria, hoy tenemos tres certezas.
En primer lugar, la vacuna previene la gran mayoría de las formas graves de la enfermedad.
En segundo lugar, la probabilidad de estancia en cuidados intensivos es diez veces mayor en los no vacunados, y en tercer lugar, los servicios de urgencias se llenan con la pequeña minoría que rechaza la vacunación.
La conclusión es de una sencillez bíblica: Hay que vacunar al mayor número de personas posible y lo antes posible.
El 92% de los franceses lo ha entendido gracias a los anti-vacunas. Desde hace un año nos curten con su "convencer en lugar de obligar".
Nos dicen que hagamos pedagogía. Nos dicen que no hay que estigmatizar, ellos que estigmatizan a todos los demás.
Pronto tendremos que vacunar en secreto y y afeitar las paredes para no molestarles. Bueno, no tenemos que afeitar las paredes, vamos a responder primero a los políticos que intentan salirse con la suya, a los filósofos de barra de bar que confunden libertad con irresponsabilidad, a los agitados del tarro de la televisión que gritan a la democracia abofeteada. Los Philippo Asselineau Lepen Dupont Aignan o Mélenchons.
Este pacto de desinformación germano-soviético fue sucesivamente a favor de la cloroquina, contra la vacuna, contra el pasaporte sanitario y ahora contra el pasaporte de vacunación con absoluta infalibilidad en su ceguera. Estos amantes de de las dictaduras, tienen que tener mucha cara para acusar al gobierno y al parlamento de tomar medidas liberticidas. Si hubieran estado en el poder, la vacunación se habría perdido durante meses y habría habido muchas más muertes, como en casa de sus amigos Bolsonaro el Antivax o Putin y su ineficaz vacuna, que Mélenchon ha pedido a gritos y que ni siquiera los rusos quieren.
Los franceses sólo habrían tenido derecho a los falsos remedios de un gurú rocambolesco validado por la escuela de medicina de Twitter
y la universidad de Facebook. Estos estajanovistas del error y el cinismo, están en contra del pasaporte sanitario, no para preservar la salud de nuestros ciudadanos, sino para conseguir los votos de los extremistas.
Haga lo que haga, Sr. Ministro, para ellos usted lo hará mal. Sugiero una idea para vacunar a los 5 millones que faltan, prohibir la vacuna.
Exigirán que todo el mundo se haga vacunar.
Ya basta. Con 300 mil casos al día es hora de responder y también es más que hora de hacer frente. La democracia no consiste en arrodillarse ante
una minoría inconsciente que hoy puebla los servicios de urgencia, que hace llorar de rabia y cansancio al personal sanitario que ven sus camas llenas de pacientes que nunca deberían haber estado allí y que expulsan a todos los demás.
La democracia no consiste en escuchar a los rebeldes de supermercado saltando como cabritos con sus pancartas gritando libertad.
De mis quince años como médico en guerras o epidemias, he aprendido una sencilla lección. Son los virus los que violan la libertad, no las vacunas, y que si no tomamos las medidas necesarias, es la epidemia la única que decide y siempre de la forma más violenta y letal.
Por lo tanto, dado que no existe una libertad absoluta, como ha dicho antes Philippe Bas, debemos encontrar un equilibrio entre las libertades contradictorias y tomar las decisiones correctas aunque no sean del agrado de todos.
Esto es lo que propone hoy, señor ministro, y esto es lo que vamos a hacer con usted. Sí, el pasaporte de vacunación es una forma de fomentar la vacunación y, para ser sinceros, la solución ideal sería la vacunación obligatoria, como hay otros once tipos de vacunación obligada, sin que nadie grite tiranía.
No propone la obligatoriedad ( - murmullos - esperen el final, esperen el final...) No propone la obligatoriedad porque teme que los conatos de incendio acaben desgarrando un país agotado y porque en una democracia no hay forma infalible de imposición, y probablemente tenga razón.
Así que vayamos a por el pasaporte de vacunación. Los ofendidos profesionales dirán que está creando dos categorías de franceses, cuando son ellos los que se marginan y nos ponen en peligro. Dirán que los está estigmatizando, mientras que durante un año han tratado a los vacunados de borregos, a los cuidadores de colabos, han saqueado las oficinas de los representantes elegidos y los han amenazado de muerte.
Pero vamos a continuar juntos y con calma la lucha contra la epidemia a pesar de ellos y con la inmensa mayoría de los franceses, porque a pesar de las incesantes campañas en las redes sociales/antisociales, el pueblo francés ha demostrado una notable comprensión, una notable paciencia y una notable responsabilidad.
A pesar de las intoxicaciones, Francia es uno de los países más vacunados. Las redes han tenido incluso una virtud: después de dos años de mentiras, nuestros conciudadanos por fin, ante la enormidad de las fake news, se han formado una sólida opinión de quienes las difunden, y prefiero no repetir aquí los epítetos con los que les gratifican.
En cuanto a las discusiones en las cenas familiares en las que había un anti-vacunas durante las navidades, han vacunado definitivamente a millones de franceses contra las tonterías y, por suerte, eso es muy eficaz.
Al contrario de lo que los traficantes de noticias falsas y los resistentes de los bulevares han estado afirmando durante meses y los sajarov de la dictadura sanitaria, hoy tenemos tres certezas.
En primer lugar, la vacuna previene la gran mayoría de las formas graves de la enfermedad.
En segundo lugar, la probabilidad de estancia en cuidados intensivos es diez veces mayor en los no vacunados, y en tercer lugar, los servicios de urgencias se llenan con la pequeña minoría que rechaza la vacunación.
La conclusión es de una sencillez bíblica: Hay que vacunar al mayor número de personas posible y lo antes posible.
El 92% de los franceses lo ha entendido gracias a los anti-vacunas. Desde hace un año nos curten con su "convencer en lugar de obligar".
Nos dicen que hagamos pedagogía. Nos dicen que no hay que estigmatizar, ellos que estigmatizan a todos los demás.
Pronto tendremos que vacunar en secreto y y afeitar las paredes para no molestarles. Bueno, no tenemos que afeitar las paredes, vamos a responder primero a los políticos que intentan salirse con la suya, a los filósofos de barra de bar que confunden libertad con irresponsabilidad, a los agitados del tarro de la televisión que gritan a la democracia abofeteada. Los Philippo Asselineau Lepen Dupont Aignan o Mélenchons.
Este pacto de desinformación germano-soviético fue sucesivamente a favor de la cloroquina, contra la vacuna, contra el pasaporte sanitario y ahora contra el pasaporte de vacunación con absoluta infalibilidad en su ceguera. Estos amantes de de las dictaduras, tienen que tener mucha cara para acusar al gobierno y al parlamento de tomar medidas liberticidas. Si hubieran estado en el poder, la vacunación se habría perdido durante meses y habría habido muchas más muertes, como en casa de sus amigos Bolsonaro el Antivax o Putin y su ineficaz vacuna, que Mélenchon ha pedido a gritos y que ni siquiera los rusos quieren.
Los franceses sólo habrían tenido derecho a los falsos remedios de un gurú rocambolesco validado por la escuela de medicina de Twitter
y la universidad de Facebook. Estos estajanovistas del error y el cinismo, están en contra del pasaporte sanitario, no para preservar la salud de nuestros ciudadanos, sino para conseguir los votos de los extremistas.
Haga lo que haga, Sr. Ministro, para ellos usted lo hará mal. Sugiero una idea para vacunar a los 5 millones que faltan, prohibir la vacuna.
Exigirán que todo el mundo se haga vacunar.
Ya basta. Con 300 mil casos al día es hora de responder y también es más que hora de hacer frente. La democracia no consiste en arrodillarse ante
una minoría inconsciente que hoy puebla los servicios de urgencia, que hace llorar de rabia y cansancio al personal sanitario que ven sus camas llenas de pacientes que nunca deberían haber estado allí y que expulsan a todos los demás.
La democracia no consiste en escuchar a los rebeldes de supermercado saltando como cabritos con sus pancartas gritando libertad.
De mis quince años como médico en guerras o epidemias, he aprendido una sencilla lección. Son los virus los que violan la libertad, no las vacunas, y que si no tomamos las medidas necesarias, es la epidemia la única que decide y siempre de la forma más violenta y letal.
Por lo tanto, dado que no existe una libertad absoluta, como ha dicho antes Philippe Bas, debemos encontrar un equilibrio entre las libertades contradictorias y tomar las decisiones correctas aunque no sean del agrado de todos.
Esto es lo que propone hoy, señor ministro, y esto es lo que vamos a hacer con usted. Sí, el pasaporte de vacunación es una forma de fomentar la vacunación y, para ser sinceros, la solución ideal sería la vacunación obligatoria, como hay otros once tipos de vacunación obligada, sin que nadie grite tiranía.
No propone la obligatoriedad ( - murmullos - esperen el final, esperen el final...) No propone la obligatoriedad porque teme que los conatos de incendio acaben desgarrando un país agotado y porque en una democracia no hay forma infalible de imposición, y probablemente tenga razón.
Así que vayamos a por el pasaporte de vacunación. Los ofendidos profesionales dirán que está creando dos categorías de franceses, cuando son ellos los que se marginan y nos ponen en peligro. Dirán que los está estigmatizando, mientras que durante un año han tratado a los vacunados de borregos, a los cuidadores de colabos, han saqueado las oficinas de los representantes elegidos y los han amenazado de muerte.
Pero vamos a continuar juntos y con calma la lucha contra la epidemia a pesar de ellos y con la inmensa mayoría de los franceses, porque a pesar de las incesantes campañas en las redes sociales/antisociales, el pueblo francés ha demostrado una notable comprensión, una notable paciencia y una notable responsabilidad.
A pesar de las intoxicaciones, Francia es uno de los países más vacunados. Las redes han tenido incluso una virtud: después de dos años de mentiras, nuestros conciudadanos por fin, ante la enormidad de las fake news, se han formado una sólida opinión de quienes las difunden, y prefiero no repetir aquí los epítetos con los que les gratifican.
En cuanto a las discusiones en las cenas familiares en las que había un anti-vacunas durante las navidades, han vacunado definitivamente a millones de franceses contra las tonterías y, por suerte, eso es muy eficaz.
Comentarios
Señor Presidente, señor Ministro, queridos colegas:
Al contrario de lo que los traficantes de noticias falsas y los resistentes de los bulevares han estado afirmando durante meses y los sajarov de la dictadura sanitaria, hoy tenemos tres certezas.
En primer lugar, la vacuna previene la gran mayoría de las formas graves de la enfermedad.
En segundo lugar, la probabilidad de estancia en cuidados intensivos es diez veces mayor en los no vacunados, y en tercer lugar, los servicios de urgencias se llenan con la pequeña minoría que rechaza la vacunación.
La conclusión es de una sencillez bíblica: Hay que vacunar al mayor número de personas posible y lo antes posible.
El 92% de los franceses lo ha entendido gracias a los anti-vacunas. Desde hace un año nos curten con su "convencer en lugar de obligar".
Nos dicen que hagamos pedagogía. Nos dicen que no hay que estigmatizar, ellos que estigmatizan a todos los demás.
Pronto tendremos que vacunar en secreto y y afeitar las paredes para no molestarles. Bueno, no tenemos que afeitar las paredes, vamos a responder primero a los políticos que intentan salirse con la suya, a los filósofos de barra de bar que confunden libertad con irresponsabilidad, a los agitados del tarro de la televisión que gritan a la democracia abofeteada. Los Philippo Asselineau Lepen Dupont Aignan o Mélenchons.
Este pacto de desinformación germano-soviético fue sucesivamente a favor de la cloroquina, contra la vacuna, contra el pasaporte sanitario y ahora contra el pasaporte de vacunación con absoluta infalibilidad en su ceguera. Estos amantes de de las dictaduras, tienen que tener mucha cara para acusar al gobierno y al parlamento de tomar medidas liberticidas. Si hubieran estado en el poder, la vacunación se habría perdido durante meses y habría habido muchas más muertes, como en casa de sus amigos Bolsonaro el Antivax o Putin y su ineficaz vacuna, que Mélenchon ha pedido a gritos y que ni siquiera los rusos quieren.
Los franceses sólo habrían tenido derecho a los falsos remedios de un gurú rocambolesco validado por la escuela de medicina de Twitter
y la universidad de Facebook. Estos estajanovistas del error y el cinismo, están en contra del pasaporte sanitario, no para preservar la salud de nuestros ciudadanos, sino para conseguir los votos de los extremistas.
Haga lo que haga, Sr. Ministro, para ellos usted lo hará mal. Sugiero una idea para vacunar a los 5 millones que faltan, prohibir la vacuna.
Exigirán que todo el mundo se haga vacunar.
Ya basta. Con 300 mil casos al día es hora de responder y también es más que hora de hacer frente. La democracia no consiste en arrodillarse ante
una minoría inconsciente que hoy puebla los servicios de urgencia, que hace llorar de rabia y cansancio al personal sanitario que ven sus camas llenas de pacientes que nunca deberían haber estado allí y que expulsan a todos los demás.
La democracia no consiste en escuchar a los rebeldes de supermercado saltando como cabritos con sus pancartas gritando libertad.
De mis quince años como médico en guerras o epidemias, he aprendido una sencilla lección. Son los virus los que violan la libertad, no las vacunas, y que si no tomamos las medidas necesarias, es la epidemia la única que decide y siempre de la forma más violenta y letal.
Por lo tanto, dado que no existe una libertad absoluta, como ha dicho antes Philippe Bas, debemos encontrar un equilibrio entre las libertades contradictorias y tomar las decisiones correctas aunque no sean del agrado de todos.
Esto es lo que propone hoy, señor ministro, y esto es lo que vamos a hacer con usted. Sí, el pasaporte de vacunación es una forma de fomentar la vacunación y, para ser sinceros, la solución ideal sería la vacunación obligatoria, como hay otros once tipos de vacunación obligada, sin que nadie grite tiranía.
No propone la obligatoriedad ( - murmullos - esperen el final, esperen el final...) No propone la obligatoriedad porque teme que los conatos de incendio acaben desgarrando un país agotado y porque en una democracia no hay forma infalible de imposición, y probablemente tenga razón.
Así que vayamos a por el pasaporte de vacunación. Los ofendidos profesionales dirán que está creando dos categorías de franceses, cuando son ellos los que se marginan y nos ponen en peligro. Dirán que los está estigmatizando, mientras que durante un año han tratado a los vacunados de borregos, a los cuidadores de colabos, han saqueado las oficinas de los representantes elegidos y los han amenazado de muerte.
Pero vamos a continuar juntos y con calma la lucha contra la epidemia a pesar de ellos y con la inmensa mayoría de los franceses, porque a pesar de las incesantes campañas en las redes sociales/antisociales, el pueblo francés ha demostrado una notable comprensión, una notable paciencia y una notable responsabilidad.
A pesar de las intoxicaciones, Francia es uno de los países más vacunados. Las redes han tenido incluso una virtud: después de dos años de mentiras, nuestros conciudadanos por fin, ante la enormidad de las fake news, se han formado una sólida opinión de quienes las difunden, y prefiero no repetir aquí los epítetos con los que les gratifican.
En cuanto a las discusiones en las cenas familiares en las que había un anti-vacunas durante las navidades, han vacunado definitivamente a millones de franceses contra las tonterías y, por suerte, eso es muy eficaz.
#1 No entiendo lo de afeitar paredes ¿es alguna frase hecha en francés o algo así?
#16 Coge una cuchilla de afeitar y pasala por una pared a ver qué consigues
Cómo dices probablemente será una frase francesa, como aquí lo de "peinar bombillas", pero qué es fácilmente entendible en cualquier idioma.
#16 #19 es una frase hecha. Imagina que por no molestar a alguien, pasas con la espalda lo más pegado contra la pared. Estarás "afeitando " la pared con la espalda
#23 #21 ahi el significado
"Pronto tendremos que vacunar en secreto y y afeitar las paredes para no molestarles".
No decirles nada, pasar sin molestarlos... " pasando rozando las paredes para dejarles espacio, no tocarlos"
#26 Yo lo había interpretado como que habría que eliminar las señales exteriores, carteles, etc, de todo lo indica que la vacunación se hace en tal lugar. Lo de pasar rozando las paredes no creo que sea el sentido.
#29 "les anti vaccins depuis un an il nous tannent avec leur "convaincre plutôt que contraindre", nous disent de faire de la
pédagogie, de ne pas stigmatiser qui stigmatisent tous les autres, il faudra bientôt vacciner en cachette et raser les murs pour ne pas les déranger"
#16 «Raser» puede significar «afeitar», pero en este contexto es «derruir»: «raser des villes, raser des bâtiments» = «derruir ciudades, derruir edificios».
#7 correcto. Son preventivas.
Las protestas por la saturación de urgencias en Francia no han surgido con el Covid ni mucho menos, llevan años en huelga.
La sanidad Francesa ha sufrido una degradación en todos los sentidos que viene de años y no se ha visto alterada durante los dos años de pandemia en los que se ha proseguido con: cierres de camas a un ritmo elevado (unas 5000 si mal no recuerdo), sin aportar ninguna de las soluciones que pidieron por parte de los sanitarios que estaban en primera línea, como formar enfermeras y personal en REA...
Pero la culpa es de un irreductible 8% (porcentaje que subira en cuanto el 15 de febrero la segunda dosis valga para 4 meses como esta previsto y la mitad nos quedemos con el pasaporte caducado).
Pero hablar de eso pondría el foco en el desastre de gestión que se lleva haciendo con la sanidad. Una sanidad, que si bien en el día a día puede funcionar, en una pandemia es un desastre. Los medicos de cabecera son autonomos y trabajan en sus consultas de 15m2 lejos de cualquier otro centro sanitario con lo que la coordinacion y la utilidad eran nulas. Se sigue llevando mucho los dosieres en papel y no hay registro central con los datos de los pacientes. Y la lista podría seguir.
Pero mejor hablar de los no vacunados que de la degradación de la sanidad.
#35 Claro, que sabrán los virologos:
""Sin vacunas, con ómicron hubiésemos necesitado un confinamiento como el del principio"
https://www.rtve.es/noticias/20220128/adolfo-garcia-sastre-analiza-omicron-covid-19/2271641.shtml
#39 Eso no concuerda con los datos de países no vacunados.
Porque como siempre he dicho el problema son los mayores de 60 años, que son para mi el único sector por el cual vale la pena vacunar.
#41 Paises no vacunados como Croacia o Rusia donde están cayendo como moscas.
No es lo que tú opines, es la realidad, y lo que dicen los expertos,y ya lo hemos vivido antes, sin vacunas habría ocurrido como en 1918.
#42 Población rusia: 144 millones.
Población francia: 68 millones aprox.
Muertos diarios rusia: 660.
Muertos diarios Francia: 260 aprox.
No me parece a mi que eso sea caer como moscas.
https://www.worldometers.info/coronavirus/country/russia/
#45 Con algo menos de la mitad de población, mueren bastante menos de la mitad de personas, diferencia perfectamente compatible con la diferencia en vacunación.
La sexta ola comenzó en Francia hace 2 meses, en Rusia hace 20 días, dentro de poco tendrán 1000 muertos diarios.
No se qué hago diciendo obviedades, a los antivacunas os importan tres cojones los datos.
Te dejo con lo tuyo.
#48 y a los que discrepamos nos llamáis anti vacunas aunque he dicho harto y tendido que no lo soy.
Pero tu a lo tuyo.
#45 El índice de fallecidos es muy similar, si te fijas Francia tiene casi 1/3 de la población que Rusia y los fallecidos son algo más que 1/3 de los fallecidos en Rusia
#41 Conozco un caso muy cercano contagiado con Omicron de 39 años, dieta sana y deportista pero sin vacunar, el cual está en UCI bastante mal, el resto de la misma reunión vacunados y los síntomas algo más que un resfriado.
#9 igual es metafórico, como cuando aquí se habla de complot judeomasonico
Cuanta pasta tienen las farmacéuticas para gastar....
#4 Mientras las vacunas curen todo bien.
#5 Las vacunas no curan, reducen el riesgo de covid grave.
#7 de hecho siendo mimimimimi, ninguna vacuna cura (la del tétanos no estoy del todo seguro), el que cura/previene es tu sistema inmune.
#27 Totalmente de acuerdo, pero igualmente siendo mimimimimi, la vacuna del covid no evita las contagios de las variantes actuales. Y cuando te dicen que el pass covid es para evitar contagios... pues entonces hay toda la razón del mundo para ser mimimimimi.
#30 si las vacunas reducen la posibilidad de contagio (y lo hacen) en un porcentaje, el pasaporte covid sí que vale para evitar los contagios. Cuando se es mimimimi hay que serlo para todo.
#34 Para delta y ómicron no es así. Para alpha sí que cortaba contagio y el pass covid SÍ tenía sentido.
No se, con un 92% de vacunados, me faltan datos para saber cuantos de esos 300k/día son vacunados/no vacunados, pero me da que ira por un (me chupo el dedo) 80% de esos 300k son vacunados.
El problema son las hospitalizaciones, no los contagios. Y si no hay diferencia significativa de contagio, entonces hay que diferenciar en los hospitales, no en los interiores.
Sí, es más cafre que denegarles interiores, pero es que no van a cambiar, no son racionales y deben asumir las consecuencias de su libertad.
#5 Las vacunas no curan.
#36 ninguna lo hace. Lo que cura es tu sistema inmune.
Aquí te lo explican:
#4 ¿prefieres que ganen más todavía con los medicamentos y tratamientos para la gente ingresada?
#6 Prefiero que dejen de mentir y decir que es necesaria la vacuna para todos.
#38 ¿entonces tu queja es porque cuestan mucho o porque mienten?
Si es por ambas: ¿Te parece bien que ganen todavía más dinero con la farmacia hospitalaria?
#43 con la farmacia hospitalaria, Bajo la sanidad pública el gasto es limitado por el estado.
El problema es cuando dejas a las farmacéuticas con las tiendas de la situación, que es lo que se ha hecho aquí.
Te recuerdo que las principales aportaciones a la OMS viene de las... exacto!!
La sanidad pública debe ser siempre universal. Las farmacéuticas ganaran más dinero el día que desaparezca.
#46 entonces tu problema no es con las farmacéuticas, es con cualquier empresa que se aprovecha de una situación para ganar dinero.
Y el gasto de farmacia está limitado por el estado... El mismo que ha comprado las vacunas. Podían haber limitado el gasto y haber esperado un añito para comprar las vacunas y que hubiera otros 70.000 u 80.000 muertos y otras tantas invalideces permanentes o temporales que hubieran costado muchísimo más... Para ahorrarse dinero.
No se tú, pero yo no le veo la lógica a querer ahorrar dinero gastando mucho más dinero y con más muertos. Y el sufrimiento extra de, no sé, 300.000 personas, pasando entre hospital y UCI, con lo barato que eso sale
#2 Creo que no se refiere a Rusia ni a la Alemania actual.
#4 Queremos elegir (con libertad) entre que ganen las farmacéuticas o las funerarias.
#9 Con la primera variante de covid, igual te lo compro. Con la actual no.
Lo dijo Macron más claro imposible: putear. Y es lo que hay que hacer putear, putear y putear hasta que se vacunen o emigren. Lo que elijan.
El mantra debería ser o te vacunas o te confinas. Que no puedan salir a nada de sus casa. Y allá ellos con su libre elección.
#22 ¿Y tú quién eres y quién es nadie para restingir derechos de la gente? ¿En base a qué? Vamos, esto ya es el colmo
#28 madre mía, menudo nivel el tuyo.
Ale, que lo pases bien el finde.
#31 ¿Y ya está? ¿Menudo nivel es todo lo que se te ocurre decir? ¡Qué decepción!
Gracias por tus deseos. Que disfrutes tu también
#31 Huele a "Abeas corpus, abeas corpus pero ya" https://www.eldia.es/videos/buzzeando/2020/07/29/video-habeas-corpus-video-viral-22327672.html
#18 Certificat de rétablissement se llama y vale 6 meses.
#14 Es fácil decirlo cuando no tienes que sufrir agresiones diarias de los «complotistes». Quizá son minoría, pero hacen un ruido constante e insoportable.
“[…]El 92% de los franceses lo ha entendido gracias a los anti-vacunas.[…]
[…]Ya basta. Con 300 mil casos al día es hora de responder y también es más que hora de hacer frente.[…] “
Y es por esto por lo que es pass covid francés, que lo quieren pasar a pass vacunación, es una aberración contra la libertad de los antivax.
Para el que no sepa de qué va la diferencia, es que el pase sanitario únicamente será para aquellos que se vacunen, pero no para los que hayan pasado la enfermedad.
Los antivax han tomado una decisión, pues que asuman las consecuencias.
Y si no, que se dejen de hipocresías y obliguen a vacunarse.
Lo que no puedes hacer es implantar una vacunación obligatoria haciendo la vida imposible a la gente que no se quiere vacunar.
Si hay vacunación opcional, los que no se quieren vacunar que asuman las consecuencias de sus actos. Y si no se está dispuesto a priorizar los recursos sanitarios (es decir, ponerlos al final de la cola en atención sanitaria en caso de saturación), que la hagan obligatoria y punto.
#10 Sí lo es cuando tienes el 92% de vacunados y 300k casos al día.
Mi argumentación más extensa en #13.
#13 Si lo has pasado sí que dispones del pasaporte. Lo que han quitado es que antes con una PCR negativa tenías el pasaporte para unos días (lo que permitia a los no vacunados ir de cena o lo que fuera) y ahora solo sera posible si te has vacunado o has pasado la enfermedad.
#17 Gracias, tenía entendido que querían pasarlo únicamente para vacunados y que haber pasado la enfermedad ya no contaba.
Aparte, haber pasado la enfermedad, ¿durante cuánto tiempo les deja?
Este pacto de desinformación germano-soviético fue sucesivamente a favor de la cloroquina, contra la vacuna, contra el pasaporte sanitario y ahora contra
el pasaporte de vacunacion con absoluta infalibilidad en su ceguera.
En serio?
#2 yep
#3 pues se ha dejado a los chinos, a irán y a los reptilianos
#8 no, no es un mensaje demagógico.
#2 Y siguen con la murga y con una violencia cada vez mayor.
La estrategia que hemos tomado ha sido la de convivir con el virus. Cerrar lo mínimo posible, fiarlo todo a las vacunas. Salieron las vacunas, puede que no las mejores, pero unas vacunas. La inmensa mayoría, más de un 90%, nos las pusimos. Las vacunas no inmunizan, evitan los casos graves, pero nos contagiamos casi igual. Por nuestra estrategia de convivir con el virus, le hemos permitido que se reproduzca a sus anchas, aceptando tácitamente la aparición de nuevas variantes, que pueden ser más contagiosas, o más letales. Fruto de esta estrategia, surgió omicron, tremendamente contagiosa, llevando los niveles de incidencia a 10 veces los del inicio de la pandemia. Si el porcentaje de casos graves es pequeño, incluso más reducido gracias a las vacunas, pero los contagios explotan, pues lo comido por lo servido. Siguen muriendo 200 personas al día por o con covid, niveles similares a los de antes de tener vacunas. Nuestra respuesta sigue siendo la de reducir restricciones, supuestamente para no entorpecer la economía, y echar la culpa a un reducido porcentaje de antivacunas del fracaso de nuestra estrategia. Vendrá la tercera dosis y me la pondré. Una cuarta? Pa'lante. Pero que no me tomen por imbécil. Estamos como estamos no por un pequeño porcentaje de idiotas, sino por una estrategia equivocada y por unos decisores con anteojeras que se niegan a aceptar la evidencia de que es necesario repensarse lo que estamos haciendo.