Hace 3 años | Por CharlieHebdo a irishtimes.com
Publicado hace 3 años por CharlieHebdo a irishtimes.com

Resumen de la entrevista a Meghan Markle y el príncipe Harry por un articulista de The Irish Times en tono mordaz. Traducción aproximada en el primer comentario.

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C

Tener una monarquía en el piso de al lado es un poco como tener un vecino al que le gustan mucho los payasos y que ha pintado su casa con murales de payasos, exhibe muñecos de payasos en cada ventana y tiene un deseo insaciable de escuchar y discutir noticias relacionadas con los payasos. Más concretamente, para los irlandeses, es como tener un vecino al que le gustan mucho los payasos y, además, su abuelo fue asesinado por un payaso.
Más allá de esto, es el material tipo de los cuentos infantiles. Tener una reina como Jefe de Estado es como tener un pirata o una sirena o un ewok como Jefe de Estado. ¿Cuál es la lógica? Las abejas tienen reinas, pero la abeja reina pone todos los huevos de la colmena. La reina de los británicos sólo ha puesto cuatro huevos británicos, y uno de ellos es el sudoroso y asqueroso Príncipe Andrés, así que difícilmente merece aplausos.
Pasamos de forma esporádica a la propiedad de la pareja, donde se pasean en sudaderas con capucha, pantalones vaqueros y anoraks, como si dijeran: "Somos gente rica normal, Oprah, no somos diferentes de ti o de Tom Hanks o Jeff Bezos".
La realeza contemporánea no tiene ningún poder real. Sirven enteramente para consagrar el clasismo en la no-constitución británica. Viven con mucho lujo y poca autonomía, disfrazados de sus antepasados, y son objeto de constantes proyecciones psicosociales por parte de personas que lloran la pérdida del imperio. Son básicamente un test de Rorschach que los tabloides sostienen para medir el nivel de histeria de sus lectores en cualquier momento.
La lucha intestina más reciente es la que enfrenta a la familia real con un príncipe Harry recién desenredado y su esposa, la ex actriz Meghan Markle. Tradicionalmente, los campesinos estaríamos eligiendo nerviosamente un bando y recuperando nuestras picas de entre la paja. Por suerte, hoy en día las batallas campales se dan en las entrevistas televisivas.
En “Oprah with Meghan & Harry”, Oprah, su segundo nombre ya obsoleto, aparece con unas gafas redondas de Harry Potter y colores pastel que irradian calma. Abraza a distancia a una Meghan embarazada, que lleva un vestido negro con dibujos blancos, y luego ambas se sientan entre dos pilares con vistas a un jardín californiano. Este es claramente el templo de Oprah. (En realidad, se nos dice que es la casa de un "amigo".) Las cámaras se desplazan suavemente alrededor y, ocasionalmente, por encima de ellos, con el tacto de unos sirvientes bien entrenados. Se muestran cortes esporádicos a la propiedad de la pareja, donde Oprah y la pareja se pasean en sudaderas con capucha, vaqueros y anoraks entre perros de rescate y gallinas, como si dijeran: "Somos gente rica normal, Oprah, no somos diferentes de ti o de Tom Hanks o Jeff Bezos". Los ultra realistas afirmarán, por supuesto, que estos perros y pollos son actores de la crisis.
Oprah deja claro desde el principio que ninguna pregunta ha sido vetada -aunque revela sus cartas cuando empiezan a hablar de la boda real: "Gracias por invitarme, por cierto". Oprah describe su boda como algo parecido a un cuento de hadas. Meghan dice que fue una experiencia extracorporal y que, de hecho, tuvieron una pequeña ceremonia privada unos días antes."¿Pillasteis a la reina por sorpresa?", pregunta Oprah, evocando la imagen de Harry golpeándola con un golpe de karate. Me imagino a la astuta nonagenaria contragolpeando con la daga real entre los dientes.
Meghan admite que era un poco ingenua en cuanto a lo que significaría ser miembro de la realeza. No sabía que, por ejemplo, tendría que hacer una reverencia a la Reina Isabel incluso a puerta cerrada. También rechaza las acusaciones de los tabloides basadas en recientes filtraciones.
¿Le hacía bullying al personal? Bueno, no. (Además, ¿no es hacer bullying al personal parte de lo que tradicionalmente ha sido ser un miembro de la realeza?)
¿Hizo Meghan llorar a Kate Middleton por los vestidos de las damas de honor? Ella contesta que Kate realmente la hizo llorar, aunque añade, en caso de que estuviéramos echando mano de nuestras picas: "Si me amas no tienes que odiarla, y si la amas no tienes que odiarme". Si realmente está preocupada por eso debería haber contestado: "Who cares? (¿A quién le importa?)" (Estoy bastante seguro de que yo mismo hice llorar a mucha gente en los preparativos de mi boda).
Sin embargo, a continuación describe un panorama desolador al verse silenciada y sin apoyo de la institución mientras los comentaristas racistas apuntaban contra ella. La realeza nunca la defendió. Permitieron que las mentiras quedaran sin respuesta y engañaron a la prensa cuando les convenía. Ella los llama por el viejo apodo de “The Firm” (la Compañía), que los hace sonar como una pandilla de gángsters londinenses, lo que supongo que son. En su peor momento, dice, sintió ganas de suicidarse. Señala conmovedoramente una fotografía de un evento real cuando estaba en su punto más bajo, señalando la fuerza con la que un preocupado Harry sostiene su mano.
La razón por la que no se trata de una mera historia de la realeza es que, en última instancia, trata de la raza y el género y toca una serie de ansiedades contemporáneas muy reales en torno a la equidad, la igualdad y la intolerancia institucional. (Si tuviera que coger una pica de entre la paja, me alinearía con Megan en ésta). En la institución se habló de rebajar el estatus real del hijo de la pareja. Lo más chocante, if you can be shocked by that shower (literalmente, si esa ducha te electrocuta, o sea, si eso te sorprende), es que Meghan revela que un miembro no identificado de la familia real se preocupó por el color de la piel de sus hijos.
Harry aparece en la segunda mitad de la entrevista. Atribuye a su esposa el mérito de haberle educado sobre los inconscientes prejuicios raciales, el fanatismo institucional y lo profundamente extraños que son en realidad los alrededores de la realeza. Lo compara con una trampa, en la que todavía están atrapados su padre y su hermano. Sus relaciones con ambos, tal y como las describe aquí, son tensas, aunque Meghan y Harry afirman seguir teniendo una buena relación con la reina.
Harry también evoca la experiencia de su propia madre y dice que no se fía de que la historia no se repita. Y esto me recuerda que la única vez que me he emocionado por algo relacionado con la realeza británica fue al verlo de pequeño caminando en el cortejo fúnebre de su madre. Habla del acuerdo tácito que la realeza ha alcanzado con los tabloides para darles acceso a cambio de una cobertura favorable. Al igual que para las telenovelas y los realities, la cobertura benigna de los tabloides es una cuestión existencial para la realeza. Sugiere, en última instancia, que él y Meghan estuvieron en el fuego cruzado de eso.
También revela que no abandonaron tanto sus deberes reales como para recibir tal falta de apoyo. Se les dijo que no tendrían seguridad de Estado, lo que les llevó a tener que hacer tratos con los medios de comunicación. "¿Pillasteis por sorpresa a la reina?", pregunta Oprah, evocando la imagen de Harry golpeándola con un golpe de karate. Como si eso fuera posible. Me imagino a la astuta nonagenaria contragolpeando con la daga real entre los dientes. Que conste que no pillaron por sorpresa a la reina.
A lo largo de la entrevista, Harry y Meghan, que son encantadores, inteligentes y buenos como famosos, hacen que la monarquía parezca una institución arcaica y endémicamente racista que no tiene cabida en el mundo moderno. Pues claro. Y a pesar de toda la indignación que puedas leer en los tabloides del Reino Unido ahora mismo, también hicieron algo más que hace que todo lo demás sea irrelevante: se lanzaron oficialmente en los Estados Unidos.
Harry reveló el sexo de su próximo hijo -es una niña- en esta entrevista, pero Harry y Meghan también están embarazados con un incipiente imperio mediático y lucrativos contratos con Spotify y Netflix. Por supuesto, sus críticos los acusan de ser arribistas ávidos de dinero por esto, aunque resulta cómico viniendo de aduladores de estafadores hereditarios chupadores de impuestos. Organizar un acuerdo con Netflix por el que la pareja tenga que trabajar es un comportamiento real bastante benigno si lo comparamos con la conquista y el parasitismo general.
Harry y Meghan acabarán ganando. A pesar del frenesí de los tabloides, esta nunca fue la historia de un indigente desagradecido que es elevado por la monarquía. Se trataba de la potencial unión de dos grandes casas, la de los Windsor y la de los Californian celebrities. Sólo una de ellas tiene futuro, y es la que tiene el acuerdo con Netflix.

pedrobotero

Le recomiendo a la chavala esa que cuando vaya en coche busque en el navegador rutas sin túneles

Guanarteme

¿Y alguien esperaba que la familia real no fueran un atajo de harpías con mentalidad de otros tiempos?, ¿Esta quién es, Lady Di, que se casó "por amor", la muy zopenca y se creía que se iba al castillo de las hadas y los unicornios?
Y el froilanazo del Harry.... Tú de Windsor tienes lo que yo y si te dejaron casarte con "la negra esa" (ojo a las comillas) , que de negra tiene bien poco pero los anglosajones ya se sabe, fue porque no eres el heredero y te tienen como a un bala perdida sin remedio.... A tu hermano los huevos le habrían dejado... Yo que tú me estaba calladito y lejos de Gran Bretaña como tú tío bisabuelo el nazi, no sea que vayas a acabar tú también estampado contra una columna como tu m...

Modo maruja hater off

D

#6 De hecho, creo que algunos miembros de la familia real necesitan el consentimiento de la reina para casarse.

Guanarteme

#7 Por lo menos hasta cierta edad o hasta que los anteriores en la línea de sucesión tengan descendencia ¿Este se casó después de que su hermano tuviera un hijo, no?

Magog

Gente rica llorando por problemas de gente rica
Pobres ricos, se me encoje el corazón

Suigetsu

#3 Más que gente rica, gente aristócrata llorando por no poder mantener sus privilegios. Algo que llevamos viendo des de 1789.
Buen artículo por cierto, sobretodo la primera parte.

tiopio

Demoledor. Recordemos que el despecho y resentimiento de esa viene de que no nombrasen príncipe a su hijo.