Cuando Barack Obama decidió rubricar el acuerdo nuclear con Irán lo hizo alineando a tres agentes cruciales en su contra: la oposición republicana, Israel y Arabia Saudí. Cada uno tenía sus motivos para recelar de una negociación que anulaba el largo aislamiento de Irán en la esfera internacional. Para los republicanos representaba una traición; para Israel, una amenaza lejana; para Arabia Saudí, un ataque frontal varias décadas de política exterior construida en oposición a Irán.
Comentarios
Guerra directa pocas, Arabia Saudí no puede ni con unos desarrapados houties en Yemen como para enfrentarse a un país de verdad. Guerras proxy (ambos lados apoyan a una parte enfrentada en un tercer país) llevan produciéndose los últimos diez años. La guerra será en todo caso entre Irán y los hermanos mayores de los saudíes, EEUU e Israel.
#2 tampoco ahora que esta +- Putin por detrás..
seguirán jugando al RiSK sin importar las muertes de siria ni los atentados en occidente...
Pocas. Ellos son más de prestar ayuda a otros para que se fostien. Arabia Saudí puede presionar lo que quiera, igual que Irán. Pero no van a dejar que el petróleo deje de fluir.
No hace falta que se enfrenten, EEUU es su mamporrero, tal como pasó con el desastre de Irak y como aprovecharon el 11S en su beneficio.