«Si la perra no llega a entrar a la habitación como loca y nos saca de la cama, hoy no lo habíamos contado ni mis hijos ni mi marido ni yo», explicaba ayer por la tarde, aún nerviosa, Marta, cuya familia logró salir a tiempo de su casa en llamas la madrugada anterior gracias al oportuno aviso de Hada, la perra de la familia.
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Se ve que le gusta la carne poco hecha, no carbonizada
Medio AEDE