Es triste saber que, después de estar cotizando durante años a la Seguridad Social, cuando de pronto a tu hija le hace falta una máquina para sobrevivir, no haya dinero. Y a los políticos aún les extraña que la gente se violente con ellos. Sinvergüenzas.
Comentarios
Mejor dicho los gobernantes que amaban el dinero