En pleno centro de Madrid, a apenas 20 metros de la Plaza Mayor, allí donde la turistificación ganó su nombre, un grupo de camareras de hotel invisibles a los ojos del viajero y que no ocupan ninguna página en las guías, han decidido plantar cara a su empresa. “Somos el eslabón invisible del turismo. Es raro el cliente que te dice buenos días. Pero somos imprescindibles. Sin nosotras no hay hotel”, expresa Rocío Fernández, delegada sindical por CNT en la empresa Hostalcarria.
Comentarios
Se equivocan: no son imprescindibles.
Si ellas no quieren trabajar por cinco euros ya encontrarán a alguna somalí que quiera hacerlo por tres.
#3 ¿Que las kellys no se han quejado? Lo que hay que leer https://www.meneame.net/search?q=kellys
#4 Vale, ahí la he cagado, pero es la primera vez que escucho hablar de las "Kellys".
Echar al que crea una sección sindical es terrorismo patronal de primer orden.
Con todos mis respetos creo que son más contingentes que necesarias.
Seamos realistas: imprescindible no hay nadie.
#2 Y menos en un trabajo que no necesita estudios y sabe hacer cualquier persona que sepa echar agua y jabón a un cubo.
Ahora, lo que me parece que han hecho mal es quejarse ahora que las despiden y no cuando trabajaban y se saltaban sus derechos a la torera. Eso deberían haberlo denunciado cuando pudieron y haber intentado hacerse cumplir las leyes.