El Partido del Trabajo, uno de los pilares fundamentales del sistema político neerlandés, puede perder en las legislativas de hoy dos tercios de los votos que consiguió en 2012. Después de quedar en segunda posición en esas elecciones, los socialdemócratas formaron un gobierno de coalición con los liberales. Los holandeses comprobaron pronto lo que significaba ese acuerdo: recortes, recortes y más recortes. Doce meses después, las encuestas señalaban que los socialdemócratas se hundían, pasando de los 38 escaños a 13. De ahí no se han movido.
Comentarios
Otro partido socialdemócrata que se vuelve indistinguible de los neoliberales y fracasa. Oh, que sorpresa
#2 La extrema derecha parece más social que muchos partidos de izquierda.
#3 Porque no son de izquierda realmente, son como el PSOE en España
#3 Parece. Porque la socialdemocracia y la soberania nacional han quedado arrinconadas en los extremos del espectro político frente a la avalancha globalizadora neoliberal.
Por eso la izquierda y los fascistas son englobados dentro del "populismo", la etiqueta para todo lo que pueda frenar desde diferentes alternativas los postulados inamovibles que tenemos que tragar.
#4 Al final del día no es el tema migratorio sino haberse olvidado de la socialdemocracia en primer lugar:
Después de quedar en segunda posición en esas elecciones, los socialdemócratas formaron un gobierno de coalición con los liberales. Los holandeses comprobaron pronto lo que significaba ese acuerdo: recortes, recortes y más recortes.
Los asesores de comunicación del PvdA insisten a la prensa. “Recordad dónde nos situaban las encuestas en 2012”, dicen con razón. En aquella campaña electoral protagonizaron una remontada espectacular. Un mes antes de los comicios se calculaba que conseguirían 15 escaños, pero finalmente lograron 38 (25% del voto).
Coincido. Hasta el día de las elecciones nadie sabe nada.
Socialdemócratas de cualquier país, cuando vuelvan a ocuparse de que no les falte de nada a sus vecinos de toda la vida en lugar de preocuparse y priorizar a los de fuera, quizá entonces y sólo entonces la gente vuelva a creer en ellos.
Anda, al final Willy Toledo parece que tiene razón en algo ...
P.- Por culpa de este tipos de comentarios, a Willy Toledo ya no le defiende ni en Podemos.
R.- Por supuesto. Es que el día que me defienda Podemos significará que algo estaré haciendo algo mal. Podemos no son de los míos. Podemos tiene que criticarme todo lo que quiera. Es un partido socialdemócrata. Es el nuevo PSOE. Y yo he luchado toda la vida contra la socialdemocracia, que creo que es el enemigo fundamental de la auténtica democracia y de la clase trabajadora.
#6 Más que la socialdemocracia, el problema son los que la abanderan para imponer políticas neoliberales.
Pero la socialdemocracia de Oloff Palme era cojonuda.