En este lunes que Felipe VI, se abraza a su homólogo marroquí cabe recordar que ese saludo vuelve a enterrar bajo la arena del desierto más olvidado a una población entera: la saharaui. El día que fue proclamado rey, abogó por una monarquía “íntegra y transparente”. Un buen ejercicio de transparencia sería hacer públicas las decisiones tomadas por su antecesor en reuniones con los homólogos marroquíes. El régimen marroquí condena también a su propia población, a la que priva, de sus más elementales derechos y de un sistema democrático.
Comentarios
Es dificil que a uno le vuelvan a ver en un sitio del que le echan.
Sin embargo pese a que lo natural sería dejarles a su suerte hemos aportado mucho y seguiremos aportando... No veo donde está el problema.
Nuestros intereses no eran los suyos... Bien. Ahora los nuestros son lo primero y despues si es posible los suyos. No es una cuestión de venganza sino de coherencia.
¿El Sáhara?
¿Esos no son los que lucharon junto con Marruecos contra España?