Esta semana dos grupos, numerosos, de personas se concentraban en diferentes localizaciones de Madrid para mostrar su apoyo a los finalistas de ‘GH VIP’, Laura Matamoros y Carlos Lozano. ¿Hasta qué punto llega la repercusión de estos programas? Cuánto menos es muy sorprendente.
El artículo me parece una estupidez y el titular, como el propio autor reconoce en el texto, es demagógico. Sin embargo, me parece que podemos hacer una reflexión a partir de este envío.
Podemos pensar, como hipótesis que no creo muy equivocada, que el conjunto de gente que ve Gran Hermano no es el mismo conjunto de gente que podría indignarse por el asunto de los papeles de Panamá, al menos en un primer momento.
Es decir, aunque es posible que entre ambos conjuntos haya intersecciones y no dudo que en un momento dado la gente que ve Gran Hermano podría indignarse por el asunto de las sociedades instrumentales, creo que podemos pensar que son grupos sociales diferentes.
Y vemos que hay gente manifestándose (o lo que sea que hicieron) por Gran Hermano mientras que, según parece y al menos por ahora, no hay gente haciéndolo por lo de Panamá.
Parece muy fácil echarle la culpa a la televisión de la falta de conciencia social de la gente pero a lo mejor no se trata solo de eso. A lo mejor se trata de que a la gente que tiene conciencia social (que supongo que la habrá) no le parece tan importante salir a protestar como se lo ha parecido a la que ve Gran Hermano.
Y creo que esto debería hacernos reflexionar acerca de cosas como el compromiso político y social, el papel de las redes sociales y, sobre todo, sobre qué causa nos parecen perdidas y en cuáles creemos que aún podemos cambiar algo.
Todo ello, evidentemente, en el ámbito de una democracia capitalista en la que la realidad se parece cada vez más a un guión altamente previsible.
#4 Estoy de acuerdo.
Un show, con millones de audiencia, con un chasquido de dedos concentra a miles de personas saltando a la pata coja.
Hace unas semanas unos cientos de personas se juntaron en Valencia para hacer una guerra de almohadas. ¿Son mejores o peores que los del Gran Hermano?
#4 La cosa es más complicada de lo que dices. Primero y entre ellos España no es lo mismo protestar contra la élite económica y contra los políticos que contra un programa de TV, en algunos países.
Segundo sobre la conciencia social. Sí buena es normal que mucha gente no salga a protestar, cuando encima la gente los acusa o los menosprecia pensando que ellos rascándose las pelotas en el sofá consiguen más que los que salen a protestar o como mínimo protestan en Internet. Eso que se llama "mayoría silenciosa"
Otro caso cuando una persona no quiere ser explotada en un trabajo o rechaza este tipo de trabajos, como poco lo llaman vago. Porque siempre habrá alguien que ponga el culo en pompa con el empresario explotador de turno.
Tercero ni que decir tiene relacionado con lo primero que la "Ley Mordaza" y similares en otros países es para que la gente no proteste y trague con lo que quiera esta élite económico-política. Pero sinceramente si millones de personas se echaran a la calle, esa Ley no valdría para nada a efectos prácticos.
Además no es sólo el tema en sí de conciencia social o el sólo manifestarse por Gran Hermano VIP, es de ignorancia supina, por parte de cientos de miles de españoles. Cuando ves a gente defender a políticos corruptos, a artistas de cometen delitos, se vuelven como locos por el fútbol (óbviamente hablo de los niñatos y niñatas, por cierto de los grupos ultra), ven programas estúpidos donde otras personas hacen estupideces o cuentan sus estupideces (sigo pensando que estas personas tienen arreglada su vida o no tienen problemas, para entusiasmarse tanto por los problemas de otros), todo esto entre otras cosas.
¿Hasta qué punto llega la repercusión de estos programas? Cuánto menos es muy sorprendente.
La repercusión de estos programas llega exactamente hasta donde permiten los televidentes. Y nah, no nos engañemos: No es sorprendente, es trágico y pinta feo.
Comentarios
El artículo me parece una estupidez y el titular, como el propio autor reconoce en el texto, es demagógico. Sin embargo, me parece que podemos hacer una reflexión a partir de este envío.
Podemos pensar, como hipótesis que no creo muy equivocada, que el conjunto de gente que ve Gran Hermano no es el mismo conjunto de gente que podría indignarse por el asunto de los papeles de Panamá, al menos en un primer momento.
Es decir, aunque es posible que entre ambos conjuntos haya intersecciones y no dudo que en un momento dado la gente que ve Gran Hermano podría indignarse por el asunto de las sociedades instrumentales, creo que podemos pensar que son grupos sociales diferentes.
Y vemos que hay gente manifestándose (o lo que sea que hicieron) por Gran Hermano mientras que, según parece y al menos por ahora, no hay gente haciéndolo por lo de Panamá.
Parece muy fácil echarle la culpa a la televisión de la falta de conciencia social de la gente pero a lo mejor no se trata solo de eso. A lo mejor se trata de que a la gente que tiene conciencia social (que supongo que la habrá) no le parece tan importante salir a protestar como se lo ha parecido a la que ve Gran Hermano.
Y creo que esto debería hacernos reflexionar acerca de cosas como el compromiso político y social, el papel de las redes sociales y, sobre todo, sobre qué causa nos parecen perdidas y en cuáles creemos que aún podemos cambiar algo.
Todo ello, evidentemente, en el ámbito de una democracia capitalista en la que la realidad se parece cada vez más a un guión altamente previsible.
#4 Estoy de acuerdo.
Un show, con millones de audiencia, con un chasquido de dedos concentra a miles de personas saltando a la pata coja.
Hace unas semanas unos cientos de personas se juntaron en Valencia para hacer una guerra de almohadas. ¿Son mejores o peores que los del Gran Hermano?
#4 La cosa es más complicada de lo que dices. Primero y entre ellos España no es lo mismo protestar contra la élite económica y contra los políticos que contra un programa de TV, en algunos países.
Segundo sobre la conciencia social. Sí buena es normal que mucha gente no salga a protestar, cuando encima la gente los acusa o los menosprecia pensando que ellos rascándose las pelotas en el sofá consiguen más que los que salen a protestar o como mínimo protestan en Internet. Eso que se llama "mayoría silenciosa"
Otro caso cuando una persona no quiere ser explotada en un trabajo o rechaza este tipo de trabajos, como poco lo llaman vago. Porque siempre habrá alguien que ponga el culo en pompa con el empresario explotador de turno.
Tercero ni que decir tiene relacionado con lo primero que la "Ley Mordaza" y similares en otros países es para que la gente no proteste y trague con lo que quiera esta élite económico-política. Pero sinceramente si millones de personas se echaran a la calle, esa Ley no valdría para nada a efectos prácticos.
Además no es sólo el tema en sí de conciencia social o el sólo manifestarse por Gran Hermano VIP, es de ignorancia supina, por parte de cientos de miles de españoles. Cuando ves a gente defender a políticos corruptos, a artistas de cometen delitos, se vuelven como locos por el fútbol (óbviamente hablo de los niñatos y niñatas, por cierto de los grupos ultra), ven programas estúpidos donde otras personas hacen estupideces o cuentan sus estupideces (sigo pensando que estas personas tienen arreglada su vida o no tienen problemas, para entusiasmarse tanto por los problemas de otros), todo esto entre otras cosas.
Esa es la diferencia entre España y otros países.
Salu2
Pues a mi GH VIP me importa un carajo. A la mierda con Telecirco y su telebasura!
¿Hasta qué punto llega la repercusión de estos programas? Cuánto menos es muy sorprendente.
La repercusión de estos programas llega exactamente hasta donde permiten los televidentes. Y nah, no nos engañemos: No es sorprendente, es trágico y pinta feo.
Dadles mierda... y ellos abrirán sus hambrientas bocas.
Este es un país de cotillas, ¿ Es que nadie se había dado cuenta hasta ahora ?
Hasta que he leído esto no sabía que había en emisión un gran hermano vip
Hasta los mismos coj... de telecirco y sus programas asquerosos