Hace 9 años | Por rupper a ferranlatorre.com
Publicado hace 9 años por rupper a ferranlatorre.com

El alpinista Ferran Latorre relata cómo él y Ralph Schweizer lucharon por intentar salvar la vida de su compañero Yannic Seigneur, con edema cerebral a 7400 metros de altitud, en el monte Makalu, Nepal. Estos hechos ocurrieron durante los días 2 y 3 de Mayo de 2014. Ferran Latorre es un alpinista catalán muy experimentado que ha formado parte de numerosas expediciones al Himalaya, entre ellas las del equipo de Edurne Pasaban. Traducción al Castellano en #1

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rupper

Ya no puedo ver el Makalu de la misma manera que cuando llegué. Todo ha cambiado y tendré que reconstruir mi motivación sobre un nuevo escenario .
Antes de venir aquí , el Makalu era mi ochomil preferido . El recuerdo que tenía de los intentos en el Pilar Oeste convirtieron esta montaña en un templo de los valores más genuinos de la montaña . Al pilar Oeste , recuerdo escalar a 7600 m en aquel muro de roca rojo , que con el tiempo se ha convertido en el lugar más increíble que nunca he estado . Y además esta montaña está ligada a los legendarios Lionel Terray , Jean Couzy , Yannick Seigneur ... "La montaña de los franceses ! " Le decía con una complicidad afectiva al Yannick Gagneret cuando lo vi la primera vez en el Campo Base . La última vez que coincidí con él fue precisamente hace un año, cuando compartíamos el CB del Lhotse . No sabía que estaba por ahí, así que fue una grata sorpresa reencontrarlo.

El día 2 de mayo fue el día que cambió mi perspectiva ante esta montaña. Bajábamos de pasar una dura noche en el Campo 2 ( 7400 m ) . Yannick había puesto la tienda justo al final de la cuerda fija , unos diez minutos por debajo de nosotros, pero a una cierta distancia lineal , y nunca a la vista . No es momento de explicar todos los detalles, pero el caso es que nos quedamos el australiano Ralph Schweizer y yo ayudar en Yannick a bajar durante 5 horas por un terreno complicado y bajo un tiempo horroroso hasta el Campo 1 , después de que el mañana presentara síntomas evidentes de edema cerebral .

Una vez le dimos la medicación , iniciamos el descenso hacia las 10h . No podía sostenerse de pie ni dar un paso seguido , y él mismo se dio cuenta de la gravedad de la situación , de la que , tumbado en la tienda , no era tanto consciente . El recorrido era el peor para un rescate , buena parte en diagonal , por terreno mixto acostado, no vertical , con cientos de escalones y pasos de trepada cortos . El bajábamos estirado, de culo , de lado ... él colaboraba como podía. Ralph y yo creo que formamos un buen equipo : exhaustos los dos sin haber comido ni bebido casi nada en las últimas 24 horas, ni siquiera dormido ni 5 minutos y aún con falta de aclimatación , enseguida nos coordinar bastante bien . Animábamos en Yannick constantemente , que a pesar de las continuas pausas necesarias seguía fuerza consciente , y obedecía a nuestras reiteradas ya veces airadas indicaciones .

Hacia las 12h30 llegamos al final de la ventisquero intermedia y en Yannick parecía estable, quiero decir que no había mejorado mucho , pero tampoco empeorado , ya todo eso me esperanzar mucho el hecho de que en ese punto tomaron el relevo los sherpas de diferentes agencias , de Himalayan Guides de Chris Warner , de Seven Summits y de Himlayan Ascent . En contacto por radio con Chris Warner en el Campo 1 ( 6700 m ) y con el Dr. . Joe de Himalayan experiance que se encontraba en el CB , íbamos coordinando el rescate . Nos quedaba por bajar el último muro de roca . El rescate se ralentizó y el tiempo comenzó a ser infernal y yo no paraba de temblar por el frío y por el desgaste . Pero hacia las 15h llegamos al punto donde Chris Warner , Dan Jenkins y Lakbah nos esperaban con O2 y una litera , por encima del Campo 1 ( 6700 m ) . Al llegar me abracé a Chris, antiguo amigo conocido mío y simpático americano . Y también me fundió en un fuerte y emocionado abrazo con Ralph , un abrazo que nunca olvidaré : lo dimos todo , lo mejor de nosotros y creo que aquel 2 de mayo viví una de las experiencias más duras de mi vida como alpinista . Nada es comparable a las miradas intercambiábamos con en Yannick . Nada es comparable al esfuerzo que hicimos metro a metro para bajarlo . Ni ningún paso de escalada extremo en roca , ni ningún paso mixto que nunca haya solucionado , ni ningún metro de nieve blanda que nunca haya tenido que abrir . Nada es , ni nunca será , comparable a cada paso que hicimos los tres juntos hacia abajo .

Tristemente, en algún punto entre el Campo 1 y el CB en Yannick dijo basta . Todavía no me fue porvenir, y siento un cierto pesar por mis decisiones y mi actuación . Y me siento como el médico que no ha podido salvar la vida de un paciente . Y es así como hoy, un día después , venden todas las dudas y todos los autorreproches .
No quiero añadir mucho más. Sólo quería dar mi agradecimiento a toda la gente que colaboró en el rescate , y que fue , con mayor o menor medida , casi todos. Y sobre todo dar el pésame a los familiares y amigos del Yannick .

El Makalu ya no es el mismo. Alguien dice que el mundo sigue mientras aquí se para . Y es cierto . Aquí lamentablemente a veces el tiempo se para sin que podamos hacer nada . Y subir montañas como estas, consiste en volver a meter el reloj en marcha que a ser un fuerte escalador . Volver a meterlo en marcha , a pesar de todo el apoyo y el respaldo de mucha gente , a menudo con la angustia de hacerlo solo.