El jugador argentino de baloncesto Sebastián Vega, de 31 años se ha convertido en el primer jugador de la Liga Nacional de Baloncesto en salir del armario. Su paso al frente sigue al que dio meses atrás el jugador de voleibol Facundo Imhoff y amplía la grieta abierta en el muro de uno de los grandes tabúes del deporte, el de la homosexualidad masculina.
Hombres y mujeres usamos vestuarios, aseos y dormitorios separados (supongo que) por el tema de despertar deseo o atracción física en el otro sexo o, mejor dicho, por la incomodidad que pueda suponer para algunos saber que la otra persona siente ese deseo. ¿Creéis que se debería aplicar esta misma segregación en el caso de personas que se declaren homosexuales?
Por mi parte puedo aportar información en los dos sentidos. He tenido compañeros homosexuales y no me ha supuesto ningún problema cambiarme delante de ellos. O más concretamente de él, ya que homosexual abiertamente declarado sólo he conocido a uno en mi trabajo, y fue por casualidad y surgió con toda naturalidad. También es verdad que en ese aspecto soy bastante indiferente. Será porque soy consciente de mi nivel de atractivo físico.
Por otra parte he tenido conocimiento de compañeras que han sido acosadas o incomodadas por otras compañeras lesbianas. Algunas manteniendo relaciones sexuales entre ellas delante de sus compañeras (duermen en camaretas de hasta seis personas) y otras acosandolas verbalmente o incluso llegando a tocamientos, lo que constituiría un delito de abusos sexuales. Aclaro desde ya que las chicas que sufrieron esos tocamientos no quisieron presentar denuncia formal, únicamente querían que cesaran.
#3¿Creéis que se debería aplicar esta misma segregación en el caso de personas que se declaren homosexuales? Bueno, se nos puede poner un símbolo, para que todo el mundo lo sepa, por ejemplo un triángulo rosa invertido.
Comentarios
Planteamiento:
Hombres y mujeres usamos vestuarios, aseos y dormitorios separados (supongo que) por el tema de despertar deseo o atracción física en el otro sexo o, mejor dicho, por la incomodidad que pueda suponer para algunos saber que la otra persona siente ese deseo. ¿Creéis que se debería aplicar esta misma segregación en el caso de personas que se declaren homosexuales?
Por mi parte puedo aportar información en los dos sentidos. He tenido compañeros homosexuales y no me ha supuesto ningún problema cambiarme delante de ellos. O más concretamente de él, ya que homosexual abiertamente declarado sólo he conocido a uno en mi trabajo, y fue por casualidad y surgió con toda naturalidad. También es verdad que en ese aspecto soy bastante indiferente. Será porque soy consciente de mi nivel de atractivo físico.
Por otra parte he tenido conocimiento de compañeras que han sido acosadas o incomodadas por otras compañeras lesbianas. Algunas manteniendo relaciones sexuales entre ellas delante de sus compañeras (duermen en camaretas de hasta seis personas) y otras acosandolas verbalmente o incluso llegando a tocamientos, lo que constituiría un delito de abusos sexuales. Aclaro desde ya que las chicas que sufrieron esos tocamientos no quisieron presentar denuncia formal, únicamente querían que cesaran.
#3 ¿Creéis que se debería aplicar esta misma segregación en el caso de personas que se declaren homosexuales? Bueno, se nos puede poner un símbolo, para que todo el mundo lo sepa, por ejemplo un triángulo rosa invertido.
En serio importa con quién se vaya cada uno al catre?
#1 Si. Hay países donde te puede costar la vida y en España alguna paliza.
#2 mi comentario no iba por ahí...