Un santuario en el océano Antártico, donde la pesca estuviera prohibida, permitiría la repoblación del camarón antártico, alimento de los pingüinos y elemento clave del ecosistema antártico. Presionando a nuestros dirigentes para que se mantengan fuertes, nuestra comunidad europea de acción puede ayudar a todo el planeta. Con anterioridad, plantamos cara a la contaminación de las multinacionales más allá de nuestras fronteras y nuestra lucha dio sus frutos. Actuemos ahora para que las crías de pingüino puedan sobrevivir el año que viene.