Si les pido que busquen información en torno a la ONCE y sus ciegos legales, seguramente todo lo que encuentren sea positivo y encomiable. Incluso les vendrá a la cabeza alguna de las infinitas campañas de la ONCE en las que se les llena la boca diciendo que ayudan a sus ciegos. La realidad dista mucho de lo que los medios de comunicación y la propia ONCE hacen creer.
#5 El siguiente vendiendo cupones en mi pueblo fue un hombre de talla baja idiopática. Vamos, un enano pero con proporciones normales. Para cargar con sacos de cemento, quizás pudiésemos considerarlo discapacitado, pero para la mayoría de los trabajos, no.
Tienen que vender 210 € diarios. Me pregunto cuánto de esa cifra va a parar a impuestos varios, seguridad social, etc., y cuánto queda en limpio para la ONCE. Probablemente esos 210 € ya no sea una cifra tan escandalosa. Sin conocer la cifra real de beneficios, lo que está claro es que un mínimo de ventas tienen que establecer, porque si no habría muchos que se tocarían los huevos a dos manos.
Por otra parte, el dinero recaudado no va sólo a pagar sueldos. La ONCE tiene infinidad de programas de integración de personas discapacitadas. Añado que en mi infancia había en mi pueblo 2 vendedores de la once: un hombre con las piernas amputadas, y una mujer ciega, y la gente les ayudaba comprando cupones porque no tenían otra forma de ganarse la vida. A día de hoy ves personas vendiendo cupones que en apariencia podrían estar realizando otro tipo de trabajos.
#4«A día de hoy ves personas vendiendo cupones que en apariencia podrían estar realizando otro tipo de trabajos».
Tampoco es que seamos nadie para valorar si un medio-ciego está capacitado para trabajar en otra cosa mientras esos cupones se podrían vender perfectamente atraves de una máquina expendedora, aunque no dudo que existan bastantes casos como el que planteas. La duda que me viene es si ese puesto más acorde existe actualmente o habría que crearlo artificialmente para generar una falsa percepción de trabajo/esfuerzo/recompensa con la que quedarnos contentos.
Del mismo modo, podemos aplicar la misma vara de medir a muchos otros trabajos: administrativos que se tiran 50 años haciendo algo que con una macro se tarda un minuto, taxistas habiendo coches autónomos más seguros que los conducidos por personas, cajeras de supermercado... bueno, en realidad la mayoría de tiendas físicas son un anacronismo. Incluso yo. Todos somos susceptibles de estar haciendo otro tipo de trabajos.
Quizás llegue el día que los únicos trabajos sean de músico o de policía.
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#5 El siguiente vendiendo cupones en mi pueblo fue un hombre de talla baja idiopática. Vamos, un enano pero con proporciones normales. Para cargar con sacos de cemento, quizás pudiésemos considerarlo discapacitado, pero para la mayoría de los trabajos, no.
Tienen que vender 210 € diarios. Me pregunto cuánto de esa cifra va a parar a impuestos varios, seguridad social, etc., y cuánto queda en limpio para la ONCE. Probablemente esos 210 € ya no sea una cifra tan escandalosa. Sin conocer la cifra real de beneficios, lo que está claro es que un mínimo de ventas tienen que establecer, porque si no habría muchos que se tocarían los huevos a dos manos.
Por otra parte, el dinero recaudado no va sólo a pagar sueldos. La ONCE tiene infinidad de programas de integración de personas discapacitadas. Añado que en mi infancia había en mi pueblo 2 vendedores de la once: un hombre con las piernas amputadas, y una mujer ciega, y la gente les ayudaba comprando cupones porque no tenían otra forma de ganarse la vida. A día de hoy ves personas vendiendo cupones que en apariencia podrían estar realizando otro tipo de trabajos.
#4 «A día de hoy ves personas vendiendo cupones que en apariencia podrían estar realizando otro tipo de trabajos».
Tampoco es que seamos nadie para valorar si un medio-ciego está capacitado para trabajar en otra cosa mientras esos cupones se podrían vender perfectamente atraves de una máquina expendedora, aunque no dudo que existan bastantes casos como el que planteas. La duda que me viene es si ese puesto más acorde existe actualmente o habría que crearlo artificialmente para generar una falsa percepción de trabajo/esfuerzo/recompensa con la que quedarnos contentos.
Del mismo modo, podemos aplicar la misma vara de medir a muchos otros trabajos: administrativos que se tiran 50 años haciendo algo que con una macro se tarda un minuto, taxistas habiendo coches autónomos más seguros que los conducidos por personas, cajeras de supermercado... bueno, en realidad la mayoría de tiendas físicas son un anacronismo. Incluso yo. Todos somos susceptibles de estar haciendo otro tipo de trabajos.
Quizás llegue el día que los únicos trabajos sean de músico o de policía.
Articulo razonado y bien documentado, chapo!!!
Las cifras de lo que se deja la once en publicidad hace entender el silencio mediatico con el tema.
Queda algún salario sin rebajar en este país, exceptuando los de los jefes.
Ojos que no ven, cupones en el pecho.
Disculpad el offtopic, pero ciegos y esclavos, y justo después de las elecciones andaluzas... , Casi que la voto errónea