Cada mañana, Pedro sale de casa para pasear al perrito. (...) Un día, Toby no le despierta con lametones ni quiere caminar. Con el corazón en un puño, Pedro lo coge en brazos, toma los diez euros reservados para ir al mercado y pide un taxi. El veterinario le hace un presupuesto: doscientos euros la visita, las radiografías, la medicación. Pedro necesita apoyarse en la camilla del compañero enfermo: lo imprevisto es inasumible para su pensión, la mitad de la cual es para el comedor de los nietos.
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Traducción (automática y no revisada) de la noticia:
Cada mañana, Pere sale de casa para pasear el perrito. Se lo regalaron los hijos cuando se jubiló y, desde entonces, saca el Tobi tres golpes el día, le habla mientras miran la televisión, lo regaña porque le mordisquea las zapatillas --Chico, que no tengo ningún más--, le deja lamer la tapa del yogur. De madrugada, se despierta porque se le ha dormido sobre la rodilla de la prótesis: mira que hay cama, y tú siempre encima... El día siguiente, cuando siendo las lamidas a la nariz, se recuerda que es vivo: Que ya me levanto, hombre, como eres.
Un día, el Tobi no lo despierta con lamidas ni quiere andar. Con el corazón a la garganta, Pere lo coge a los brazos, toma los diez euros reservados para ir al mercado y pide un taxi. El veterinario le hace un presupuesto: doscientos euros la visita, las radiografías, la medicación. Pere se tiene que apoyar a la litera del compañero enfermo: el imprevisto es inasumible para su pensión, la mitad de la cual es para el comedor de los nietos. Pide al veterinario si, en lugar del antibiótico, no le puede dar agua de tomillo. Los hijos le han dicho que sólo es un perro, ya te encontraremos otro.
Esta puede ser la historia de uno de los miles de pequeños núcleos familiares formatos por una persona y su animal de compañía. La palabra 'compañía', en estos casos, tiene un significado que va más allá del mero atributo, y la expresión 'núcleo familiar' no es ninguna metáfora. Muchas de estas personas son gente mayor que se despiertan y se van a dormir sólo, y su bestia es la que siempre está, la que los da risa y los obliga a asearse, salir de casa, hacer un poco de ejercicio y continuar relacionándose con el mundo: Mira allá, Tula, quién te remueve la cola!; Ayer no nos vimos, Joan, que no te encontrabas bien?; No tendrás unas tripes de pescado, Rosa, para el gato?
Y que pasa cuando estos suyos compañeros de vida tienen que menester atención médica? Una visita pelada al veterinario sube tranquilamente a cuarenta euros, grabados desde el año pasado con el impuesto del lujo: el famoso 21%. Quién puede considerar la salud de las bestias --de las bestias que dan salud-- un lujo? Elemental: los mismos cafres que penalizan la cultura con el IVA máximo y fomentan matar toros con el IVA reducido. El mensaje es: te quejas que no te llega la pensión, viejo inútil de mierda, y todavía quieres que nos preocupamos porque no puedes mantener el perro.
Pero es igual. Suponemos que el bienestar animal se nos fumara, y todavía más las personas para quienes su animal es su bienestar. Mirémoslo desde el prisma del interés general: de acá que los servicios veterinarios van a precio de masaje tailandés se han reducido drásticamente las vacunaciones, las desparasitacions, los controles rutinarios y, en definitiva, la prevención de enfermedades que pueden tener consecuencias, también, sobre la salud humana: la de los humanos y la de los inhumanos. Construir una sociedad enferma también es esto: menystenir el sufrimiento de quienes sufren porque olvidamos aquello que nos hace personas, es decir, para hacernos seres insensibles, vacíos de valores, fáciles de gestionar.
A ver, lo que no puede ser es que con personas en la lista de espera gastemos recursos de sanidad en animales. Además, nadie te obliga a tener un perro, así que el que lo tenga, debe asumir las consecuencias y cuidarlo adecuadamente... de su bolsillo.
Lo del IVA... pues que decir. Para estos hijos de puta es un lujo hasta ir a cagar. Me parece una burrada.
#2 Te parece una burrada y a mi pero ellos mientras disfrutan de un iva reducido en hoteles de lujo y restaurantes de tenedores de plata, no se mira, cada día me entero de como se dilapidan recursos de todos en hacer asquerosamente mas ricos a los que mas tienen, hoy muchos niños no desayunaran otros viejos renunciaran a alguna medicina y recalentaran unas sobras, algún parado desesperado saltara al metro y no se cuantos serán desahuciados, todo parte de esta vida...¿Un perro, a quien cojones le importa un perro enfermo y un viejo, un niño,un parado...? Dentro de poco tenemos elecciones y todo sera mejor, lo dicen todas las teles....