Hace 2 años | Por --622212-- a 20minutos.es
Publicado hace 2 años por --622212-- a 20minutos.es

Vanesa Martínez, es una de las 65.209 solicitantes del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que aún no ha recibido respuesta desde su implantación hace un año. Madre soltera de 42 años con dos hijos, uno de 15 y otra de seis, Martínez solicitó el IMV en julio del año pasado. Vive en un piso de acogida y percibe solo 300 euros de la Renta Mínima de Inserción autonómica y las manutenciones de sus hijos.

Comentarios

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Cumplió su objetivo. Propaganda de la cara a la galería. El dinero no llegó a quién lo necesitaba, pero la publicidad sí llegó a sus votantes.

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#1 Incluso a los fanáticos que votan cansina o bulo las noticias que critican a sus amados líderes

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#2 Especialmente a esos. Creen que defendiendo a sus amos éstos tal vez se porten bien con ellos.

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#1 Aquí lo citan continuamente como un éxito enorme de Podemos y luego se comprueba que es solo propaganda y que la realidad es otra muy distinta.

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#4 Si se cita continuamente como un éxito de Podemos ha cumplido su objetivo. Es una campaña de publicidad que ha llegado a su target y encima apenas han tenido que gastar dinero en ponerla en marcha.

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- "Madre soltera de 42 años con dos hijos"

Digo yo que si todos estos pobres tenían puestos de trabajo cuando tuvieron a sus hijos, entonces a lo mejor la gente debería por un momento pararse a pensar que quizá el simple hecho de tenerse un puesto de trabajo no es de por sí suficiente para tenerse hijos, y a lo mejor también se deberían tener en cuenta otras consideraciones, como cuál es el tipo de puesto de trabajo, cuáles son las circunstancias económicas generales de la persona y su entorno, etc...

Eso si el bienestar de los hijos debería ser considerado lo más importante por los padres, claro (ya que la gente va proclamando y presumiendo por ahí de que son muy buenos padres).

Pero si el bienestar de los hijos en el fondo importa una mierda, y lo que importa es el bienestar de los padres, de que los padres puedan tener pensiones y cuidados en la vejez, y de que puedan divertirse imaginándose a los ricos cabreados por que los pobres y precarios también tengan hijos, y de poder aparentar socialmente que se tiene hijos (aunque a los hijos se les tenga en la precariedad o la pobreza), y de poder jugar a ser superpapás, siendo admirados por los hijos como si los padres hubiesen piadosamente recogido a los hijos de la calle (cuando en realidad los hijos han sido hechos nacer en la precariedad y la pobreza por sus propios padres para satisfacer todos esos objetivos personales egoístas de los padres)... , entonces no hace falta pararse a considerar ni el puesto de trabajo que se tenga, ni las circunstancias económicas generales, ni pollas en vinagres a la hora de plantearse tener hijos.