Pues yo sí estoy orgulloso de que mucha gente lleva la mascarilla.
Yo puedo controlar mi dieta que es cosa mía. Lo que no puedo controlar es si estornudo por la calle o si alguien me estornuda a mi. No sé si el instagramer está pidiendo que el estado controle la dieta de los españoles o los productos a la venta
Teniendo en cuenta que cada vez son más los que demandan una salud pública de calidad y los principales partidos llevan años legislando para evitarlo, son muy pocos los que sienten orgullosos de las políticas de salud, pero en cuestiones del coronavirus los resultados no son buenos, pero no es culpa sólo de las políticas, sino de los que se las quieren saltar a toda costa y no toma ninguna medida de precaución, ningún político puede obligarnos en contra de nuestra voluntad a comportarnos de manera responsable, al menos sin un confinamiento tan duro o incluso más que el primero que se hizo en España.
Comentarios
Pues yo sí estoy orgulloso de que mucha gente lleva la mascarilla.
Yo puedo controlar mi dieta que es cosa mía. Lo que no puedo controlar es si estornudo por la calle o si alguien me estornuda a mi.
No sé si el instagramer está pidiendo que el estado controle la dieta de los españoles o los productos a la venta
#1 Mi positivo.
Nadie deberia estar orgulloso del pp-vox
Somos uno de los países donde la gente se vacuna más y donde se vacuna a mayor ritmo.
«no existe bronceado saludable»
Poco o muy poco, porque la vitamina D puede venir de otras fuentes y los rayos ultravioleta destrozan todo a su paso.
Menuda chorrada, habla de decisiones personales, no de politicas publicas
Teniendo en cuenta que cada vez son más los que demandan una salud pública de calidad y los principales partidos llevan años legislando para evitarlo, son muy pocos los que sienten orgullosos de las políticas de salud, pero en cuestiones del coronavirus los resultados no son buenos, pero no es culpa sólo de las políticas, sino de los que se las quieren saltar a toda costa y no toma ninguna medida de precaución, ningún político puede obligarnos en contra de nuestra voluntad a comportarnos de manera responsable, al menos sin un confinamiento tan duro o incluso más que el primero que se hizo en España.
Microblogging.