La mayor petrolera rusa, Rosneft, acaba de sellar un acuerdo para un canje de activos con la perforadora noruega Seadrill y su filial North Atlantic Drilling Limited (NADL). En mayo pasado, las tres empresas pactaron inversiones y cooperación en proyectos de Rosneft al menos hasta 2022. Estos acuerdos, de importancia estratégica para la compañía rusa, llegan pese a las sanciones impuestas por Occidente contra Moscú
Mientras los agricultores comen mierda, el gran negocio del petroleo no se toca oiga
Varios juristas estadounidenses consultados por RBC afirmaron que las sanciones estadounidenses no se extienden a la cooperación entre Seadrill, NADL y Rosneft y que tampoco pueden afectarla las sanciones de la UE y Noruega.
Por ejemplo, la perforadora West Alpha, alquilada por Rosneft y Exxon a NADL para trabajar en el mar de Kara, es objeto de restricciones, pero el respectivo contrato se firmó en 2013, mientras las sanciones de la UE se extienden solo a los convenios concertados después del 1 de agosto de 2014, y las de Noruega, a los de después del 16 de agosto.
A pesar de que Rosneft y Sechin figuran en las listas de sanciones, la petrolera rusa todavía no ha chocado con problemas serios.
A inicios de junio pasado los bancos británicos Lloyds y HSBC anularon la transacción sobre la concesión de un crédito a la británica BP para adquirir petróleo y sus derivados a Rosneft en condiciones de prepago. Más tarde la transacción se selló con participación de ocho bancos internacionales. Pero en aquel momento todavía no habían empezado a regir las restricciones financieras impuestas por EEUU.
En julio pasado, Sechin llegó a formar parte del consejo administrativo de la empresa de neumáticos italiana Pirelli, en la que Rosneft adquirió el 13% de las acciones. Pirelli con la ayuda de juristas independientes analizó esta transacción en el aspecto de las sanciones de EEUU, llegando a la conclusión de que no se cometían infracciones.
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Varios juristas estadounidenses consultados por RBC afirmaron que las sanciones estadounidenses no se extienden a la cooperación entre Seadrill, NADL y Rosneft y que tampoco pueden afectarla las sanciones de la UE y Noruega.
Por ejemplo, la perforadora West Alpha, alquilada por Rosneft y Exxon a NADL para trabajar en el mar de Kara, es objeto de restricciones, pero el respectivo contrato se firmó en 2013, mientras las sanciones de la UE se extienden solo a los convenios concertados después del 1 de agosto de 2014, y las de Noruega, a los de después del 16 de agosto.
A pesar de que Rosneft y Sechin figuran en las listas de sanciones, la petrolera rusa todavía no ha chocado con problemas serios.
A inicios de junio pasado los bancos británicos Lloyds y HSBC anularon la transacción sobre la concesión de un crédito a la británica BP para adquirir petróleo y sus derivados a Rosneft en condiciones de prepago. Más tarde la transacción se selló con participación de ocho bancos internacionales. Pero en aquel momento todavía no habían empezado a regir las restricciones financieras impuestas por EEUU.
En julio pasado, Sechin llegó a formar parte del consejo administrativo de la empresa de neumáticos italiana Pirelli, en la que Rosneft adquirió el 13% de las acciones. Pirelli con la ayuda de juristas independientes analizó esta transacción en el aspecto de las sanciones de EEUU, llegando a la conclusión de que no se cometían infracciones.