En su primer discurso como líder del PP, minutos después de imponerse a Soraya Sáenz de Santamaría en el congreso de primarias para elegir al sucesor de Mariano Rajoy, Pablo Casado declaró: “Lo dije desde el primer día: Si yo gano, nadie pierde”. Era julio de 2018. Ocho meses después, no queda rastro de los sorayistas (y marianistas) que, o abandonaron el barco antes de ser excluidos o fueron apeados de los primeros puestos de las listas electorales por el nuevo líder. Para premiar a sus fieles, ha sacrificado “a la mitad moderada del partido”.
Comentarios
Es se marzo (por eso está en "hemeroteca") pero me parece interesante de cara a analizar lo que va a pasar ahora en su nuevo "giro al centro"