Hace 8 meses | Por Arariel a lomography.es
Publicado hace 8 meses por Arariel a lomography.es

Cuando se trata de cargar tu cámara analógica, eres como un asesino fotográfico entrenado cargando su rifle de francotirador. Tu baño tiene un olor persistente que no puede ser identificado por tus amigos, pero ese olor a fijador mientras te estás duchando es como la primera taza de café del día: necesaria y reparadora. Estás como loco por la película y orgulloso de ello. . Pero una vez que los negativos se han secado, estás de nuevo atrapado en una pantalla mientras escaneas y das el tono adecuado a tus imágenes. Es hora de que eso cambie...