Hace 2 años | Por --662085-- a filco.es
Publicado hace 2 años por --662085-- a filco.es

La palabra «dignidad» ha estado bailando siglos y ocupa, como fetiche, las conversaciones cotidianas, los discursos de políticos y no políticos y últimamente ese saco sin fondo o nido de grillos que llamamos bioética. No deja de ser curioso que, desgastada de tanto utilizarla, casi nadie sepa dar una definición de lo que es la dignidad. Cae sobre nuestras cabezas desde un maravilloso lugar que es desconocido. Desde que Cicerón introdujo la palabra «dignidad», esta ha pasado de mano en mano o de doctrina a doctrina, desbordándose en función de q

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Esa es fácil.

Noctuar

La dignidad significa que cada individuo valora su propia vida, libertad y bienestar. Así explica Kant que es contrario a la dignidad tratar a un ser racional como un simple medio para un fin, porque es tratarlo como si sólo tuviera un valor instrumental y no un valor intrínseco. En palabras del profesor Gustavo Ortiz Millán: «Proceder al modo kantiano en torno a la dignidad significa buscar la fuente del valor incondicionado que posibilita que haya otros valores en el mundo. La conciencia permite eso de modo que podamos incluir dentro del conjunto de los seres con dignidad a los bebés prelingüísticos y a gente con discapacidades intelectuales (pero también a los animales, que son seres que poseen conciencia y que son capaces de sentir). También implica un cierto trato hacia aquellos seres sobre los que predicamos dignidad: se les debe tratar como fines y nunca como meros medios. Proceder de este modo kantiano ampliado nos permite también darle sentido a los derechos humanos a partir del concepto de dignidad, porque, entre otras cosas, permite ver a los portadores de derechos como fines y no meramente como medios» https://www.academia.edu/11310436/La_dignidad_entre_el_escepticismo_y_el_entusiasmo