Albert Hofman, el inventor del LSD lo llamó "medicina para el alma". Los Beatles escribieron canciones sobre él. Hasta la CIA y el ejército buscaron explotar sus poderes alucinógenos. Hace cincuenta años las drogas psicodélicas como el LSD eran consideradas una ciencia innovadora. Pero esta potente droga escapó de los laboratorios y se convirtió en una droga de la calle con una reputación peligrosa, capaz de inspirar tanto momentos de genialidad como de descenso a la locura.
Comentarios
Se deberían legalizar las drogas.
Si son legales el tabaco y el alcohol no veo porqué no se pueden legalizar el LSD, la cocaína, etcétera y gravarlas con impuestos que, aunque el Estado luego los use como quiera, en principio deberían de sufragar parte de los daños sociales que puedan generar: desorden público, psiquiátricos, visitas al hospital, etcétera.