Como no es de extrañar el postre de hoy tiene su origen en los conventos lusos del S.XV, donde solo usaban las materias primas mas asequibles de la época, miel, huevos, almendra, harina y alguna que otra mermelada realizada con mimo por las monjas de clausura
Comentarios
Que curioso, la receta es bastante parecida a la de tarta de Santiago gallega, pero con cabello de angel y cantidades diferentes.
#1 Tiene que estar deliciosa!