Publicado hace 2 años por etologiamascotas a etologiamascotas.com

En esta entrada te contamos qué es la displasia de cadera, cuales son sus causas y síntomas y qué tratamientos existen. Si sospechas que tu perro tiene displasia o ya la tiene diagnosticada, hay mucho que puedes hacer para frenarla y mejorar su calidad vida. ¡Infórmate aquí!

¿Qué es la displasia de cadera en perros y cuáles son sus causas?

La displasia de cadera canina es un problema frecuente, normalmente asociado a determinadas razas y perros de tamaño mediano-grande que afecta a la articulación de la cadera.
cachorro de bóxer con displasia tumbado

La palabra «Displasia» procede del griego «dys» (dificultad o anormalidad) y «plasso» (formación), por lo que «Displasia de cadera» se refiere a la formación anormal de la articulación de la cadera.

Cuando existe displasia, la cabeza del fémur no encaja correctamente en la cavidad donde se aloja, causando que se disloque con facilidad y un mayor estrés mecánico en los tejidos que lo rodean. Así, por fricción, daño y reparación ineficaz repetidas a lo largo del tiempo, la articulación y los tejidos periarticulares van sufriendo cada vez más alteración, degeneración y debilitamiento.

Aparece entonces inflamación, rigidez y dolor y a menudo los perros reaccionan a ello mediante adaptaciones posturales al moverse y caminar para evitar molestias, que con el tiempo, por sobrecarga, derivan en otros problemas osteoarticulares como artrosis u osteoartritis y problemas musculares (atrofia, contracturas y mialgia).

En razas predispuestas (Pastor Alemán, Labrador, Golden Retriever, Rottweiler, Boxer…) la displasia coxofemoral suele ser una anomalía congénita (deformación de nacimiento), en parte hereditaria, aunque como en cualquier perro de tamaño mediano-grande o grande, es frecuente que se desarrolle por malformación al crecer.

El sobrepeso, el crecimiento acelerado, el ejercicio brusco y de impacto en la etapa de crecimiento, una dieta excesiva en calcio, vitamina C u otros electrolitos… son factores que incrementan la probabilidad de que se produzca esta patología.
¿Cuales son los síntomas de la displasia de cadera en perros?
cachorro de pastor con displasia de cadera en cama ortopédica

Depende de la edad.

Cachorros hasta los 5 meses:

No suelen presentar síntomas, si acaso son menos activos de lo normal.
A esta edad la displasia ya puede detectarse mediante radiografía.

Cachorros a partir de 5 meses:

Posturas raras, con las patas más hacia fuera de lo normal.
Menos activos de lo habitual, pasan más tiempo sentados.
Caminar bamboleante (balanceo de los cuartos traseros, con menor apoyo sobre los mismos)
Dolor, malestar emocional o quejidos tras ejercicio de impacto o brusco, pérdida de equilibrio y caídas frecuentes
Correr saltando con las patas traseras juntas

Perros adultos:

Todos los anteriores y además:

Cojera o patas de atrás muy juntas al caminar, pasos cortos
Postura en parado con patas abiertas y cargando peso en la parte delantera
Atrofia muscular trasera, rigidez, entumecimiento, dificultad para subir a sitios altos o saltar
Inflamación, dolor, artrosis (osteoartritis)

¿Todos los perros con displasia acaban teniendo artrosis?

Según el grado de displasia, que puede ser más o menos severo (casi normal, ligero, moderado o grave) ésta progresará más o menos rápido.

La artrosis aparecerá más tarde o más temprano, ya que al elevado estrés mecánico asociado a la displasia (fricción y dislocaciones frecuentes) se suma a la degeneración que conlleva el envejecimiento normal: adelgazamiento de los cartílagos (desgaste), empeoramiento del deslizamiento articular y mayor susceptibilidad a lesiones.

Leer más sobre artrosis en perros mayores.
boxer anciano tumbado con dolor por displasia de cadera y artrosis
Tratamiento veterinario de la displasia de cadera canina

Basado principalmente en reducir el dolor (analgésicos), reducir la inflamación (antiinflamatorios), fisioterapia (para recuperar movilidad) y en algunos casos, cirugía correctora (triple osteotomia de cadera, forage de cadera, artroplastia de la cabeza femoral, escisión del músculo pectineo…), prótesis de cadera y órtesis.

Tu veterinario puede recomendarte piensos y suplementos dietéticos con condroprotectores y regeneradores del cartílago ricos en glucosamina y sulfato de condroitina (componentes del colágeno) que pueden servir de ayuda pero tienen evidencia científica escasa.

También te recomendará un buen colchón ortopédico, cuyos beneficios y utilidad en el tratamiento de la artrosis está más que demostrada científicamente.
mix de labrador con displasia en colchón ortopédico
Tratamiento natural de la displasia de cadera en perros

Ejercicio diario moderado y de bajo impacto, tras calentamiento. Por ejemplo, caminar (paseos cortos e ir alargando poco a poco) o natación, hidroterapia o caminar en el agua (nunca en agua fría). Con esto se logra disminuir la rigidez y fortalecer la musculatura para compensar la alteración articular.
Para ello, también es útil disminuir la sobrecarga en el tren trasero mediante el uso de órteisis como soportes de cadera (ayudan mediante compresión, calor y apoyo), arneses de soporte (para ayudarle cargando nosotros el peso) o sillas de ruedas específicamente diseñadas para perros. Por suerte, hoy día tienes a tu alcance una gran variedad de modelos y tamaños para adaptarse a vuestras necesidades a precios más que asequibles que puedes comprar en un par de clicks (y devolver fácilmente si tras probarlo no te convence, al menos a través de Amazon).
Evitar el sobrepeso con una dieta adecuada. Cuanta más masa soportan las articulaciones, mayor es el estrés mecánico y el desgaste de los cartílagos y daño tisular asociado. Al bajar de peso y disminuir la grasa corporal, se reduce el estrés mecánico, la sobrecarga, la inflamación y el dolor, frenando drásticamente el progreso de la displasia y la artrosis. Sumar al manejo de la dieta un suplemento prebiótico y/o probióbiótico y un control en báscula periódico puede ayudar mucho a tu perro a mejorar sus síntomas y detener el avance de la degeneración del cartílago.

perro grande con displasia descasando en sofá

Mejorar el descanso mediante camas ortopédicas y/o los colchones viscolásticos para perros con artrosis o displasia, para disminuir la presión sobre las articulaciones y distribuir el peso corporal de forma homogénea, con una correcta amortiguación. Para ello lo mejor es invertir en un buen sofá ortopédico para perros, que facilita la entrada y salida, es ergonómico (se adapta al contorno corporal gracias a la espuma de memoria) y mantiene la alineación de la columna gracias a sus laterales donde apoyar la cabeza.
Facilitar el desplazamiento evitando suelos y superficies resbaladizas o mejorando el agarre mediante alfombras, emplear rampas de acceso a lugares altos (como ésta para maletero) para evitar saltos y movimientos complicados, reducir el uso de escaleras…
Estiramientos y masajes para mejorar la circulación y flexibilidad y ejercicios para mantener el tono muscular, ya sea en sesiones de fisioterapia con un profesional o en casa, realizándolos nosotros mismos con el perro. Advertencia: si el animal presenta dolor es posible que sea reticente al manejo. Además de calentar previamente, se debe ir poco a poco y trabajar previamente una asociación positiva al manejo. Lo ideal sería llevar a cabo estos estiramientos, masajes y ejercicios tras el paseo diario.

Si quieres ofrecer a tu perro fuentes naturales de condroprotectores a través de la alimentación puedes darle: cartílago y piel (pollo, cerdo o vaca), carne de tiburón o tintorera y moluscos. Pero recuerda que la alimentación de un perro con displasia debe estar estrictamente controlada, por lo que es mejor darle un complemento alimenticio condroprotector que además contendrá mucha mayor concentración y pureza de glucosamina y sulfato de condroitina que cualquier alimento que puedas darle. No obstante, dada la poca evidencia de los beneficios de los condroprotectores, te recomendamos mejor invertir en una buena cama ortopédica para perros y/o sesiones de fisioterapia, ya que sus beneficios sí supondrán una mejora directa y rápida en la salud de tu perro.
bóxer canoso senior en sofá ortopédico viscoelástico
Ejercicios caseros para perros con displasia de cadera

Advertencias muy importantes:

Consulta previamente a tu veterinario/fisioterapeuta canino antes de realizar ningún ejercicio por tu cuenta ya que según su grado de displasia pueden estar contraindicados.
En cualquier caso, si tu perro ha sido operado recientemente debes esperar al menos tres semanas antes de comenzar con estos ejercicios.
Asegúrate de que tu perro acepta y se siente bien durante la manipulación, presta atención a las señales de estrés, agobio o disconfort y pide ayuda a un profesional de la conducta canina si tu perro lo necesita para realizar un trabajo de habituación y asociación positiva previo.
Realiza estos ejercicios siempre tras un calentamiento (por ejemplo tras el paseo), con el perro relajado y siempre de forma lenta y con suavidad. Empieza con movimientos cortos y prudentes y ve incrementando el rango de movimiento en cada sesión.

Ejercicio 1: Flexión-extensión

Con el perro tumbado sobre un lado. Sujeta la pata trasera más cercana por la rodilla con una mano (con su pata apoyada en tu brazo) y realiza el movimiento de flexión-extensión (hacia delante y hacia atrás) mientras mantienes la otra mano en la cadera y evalúas cómo responden las articulaciones para no forzarlas (puedes notar crujidos, desplazamientos excesivos, abultamientos…). 15 repeticiones por cada pata. (Tumba al perro del otro lado antes de empezar con la otra pata).
ejercicio para displasia de cadera
ejercicio para displasia de cadera
Ejercicio 2: Abducción-aducción

Con el perro tumbado sobre un lado. Sujeta la pata trasera más cercana por la rodilla (doblada) y realizar el movimiento de abducción-aducción (hacia dentro y hacia fuera) mientras mantienes tu otra mano en la cadera y evalúas cómo responden las articulaciones para no forzarlas (ojo aquí, la cabeza del fémur puede salirse del acetábulo y se oirá un “clic” o crepitar al volver a entrar). 15 repeticiones por cada pata. (Tumba al perro del otro lado antes de empezar con la otra pata).
ejercicio para displasia de cadera
ejercicio para displasia de cadera
Ejercicio 3: Tracción en apoyo

Con el perro de pie, subido con las dos patas delanteras en un apoyo (peldaño, caja, un par de libros gruesos…), sitúate detrás para estabilizarlo y haz tracción hacia atrás desde la paletilla (hacia ti y hacia su cola) manteniendo unos segundos. 5 repeticiones por cada pata.

Repite el ejercicio haciendo tracción hacia atrás desde la rodilla (de nuevo por cada lado) y después hacia delante (hacia la cabeza del perro). Sólo 5 repeticiones, porque este ejercicio cansa.
ejercicio para displasia de cadera
ejercicio para displasia de cadera
ejercicio para displasia de cadera
Ejercicio 4: Masajes relajantes y activantes

Masaje relajante. Realiza presión suavemente frotando a favor del pelo o realizando círculos, a los lados de la columna (sin tocar la columna). En sesiones posteriores puedes utilizar una pelota de tenis o la típica con espinas de juguete para realizar más presión. Fricciona también los cuartos traseros, con suavidad. Repite el masaje ahora a contrapelo, para estimular la circulación y el riego, pero acorta la duración del masaje ya que suele ser más incómodo y activante, en vez de relajante.
ejercicio para displasia de cadera
Conclusiones sobre la displasia de cadera en perros

Si tras leer este artículo crees que tu perro puede sufrir displasia de cadera, por favor, pide cita en tu veterinario de confianza para que le haga una revisión exhaustiva. Él/ella podrá confirmarlo tras realizar pruebas específicas (como radiografías o resonancias magnéticas) y diseñará un tratamiento farmacológico adecuado. Nunca mediques por tu cuenta a tu perro, podrías perjudicar gravemente su salud.

Si ya has consultado con tu vete y tu perro ha sido diagnosticado con displasia de cadera, puedes hacer mucho por mejorar su calidad de vida aportándole ejercicio, una cama especial, una dieta adecuada y facilitándole la vida en cuanto a movilidad.

Se merece una vida feliz y libre de dolor y tú puedes ayudarle a conseguirlo. ¡Apórtale bienestar!