Publicado hace 2 años por AnaPaula2017 a productosleoneses.com

Sobre un mantel de un blanco impoluto, se encontraba un plato de lechuga y escarola, a las que Don Antonio añadió, tras aplastarlas, unas gotas de un brillante aceite de oliva. Su rostro cambió de aspecto y sus ojos se abrieron con el ansia de degustar su extraño preparado.