#140 Pero, qué me estas contando? A tanto llega el nivel de paranoia?
Ten cabeza a la hora de usar las redes sociales y ya está. Yo sé que siempre que escribo algo va a quedar grabado para los restos y por eso trato el Facebook como si estuviera hablando en la plaza del pueblo.
O mejor, si tienes miedo a usarlo, pues ni lo uses. A mí me da miedo meterme en el banco a través del móvil y no lo hago. Tampoco estoy diciendo una barbaridad.

Yo no sé por qué OS rayais tanto. A mí que datos van a robar? Que me gustan los perros? La foto de la cena del fin de semana pasado con mi novia?
Es que nadie con dos dedos de frente pone datos clave por internet ni en la nube tipo dropbox ni nada.
Que estudien mis hábitos de consumo? Pues vale, también gracias a ellos soy capaz de hablar con familia que tengo repartida por el globo, no creo que me vaya a morir porque sepan que me gusta rexona gracias a un megusta.

Esto sí que no me lo esperaba, la verdad.

#68 no te entiendo, escribe por favor en castellano. Gracias!

Leyendo me doy cuenta que hay cada pedante por aquí de cuidado. No falta el que saca a relucir que tiene una ingeniería. A algunos os faltará memoria pero este cliché social bien que lo tenéis aprendido.

Y la verdad es que el texto no conduce a nada. Es decir, no tiene mucho significado nada más que contar una anécdota.
Lo que pasa es como dice #1 y #2, es una historia pésima y la ha intentado vender de forma grandilocuente.

#89 ojalá también compartiera esa forma de pensar tan inocente y bonita.
Es como cuando me explicaron en el colegio la constitución española. Pensaba "joder, gracias a dios me ha tocado una época cojonuda ennla que vivir, espero que esto siga así hasta que me muera". Y así con muchas otras cosas, la policía, el ejercito, el rey, los políticos, los ayuntamientos, la cristiandad,... Que tiempos aquellos, ahora vivo un poco mas triste.

#96 te he votado positivo porque tu comentario me ha hecho sacar una carcajada.

Tengo un deja vu con resacón en las vegas.

A mí Podemos me ilusiona, especialmente Pablo Iglesias. Son gente joven, formada y con ganas de cambiar las cosas. Además, algunos miembros que encabezan la lista del partido son profesores con la "vida hecha" ya que son gente que trabaja y, en principio, no tienen la necesidad de meterse en la política "para comer".
Muchos dirán, Pablo Iglesias no quiere dinero, quiere poder. ¿Poder? Ya ejercía influencia sobre cientos de sus estudiantes. No me basta esa respuesta.
Es una reflexión personal, pero ¿Por qué unos tíos que están en una posición más o menos buena en la actual sociedad que vivimos se van a complicar la vida y se van a exponer públicamente? Yo creo que porque de verdad tienen la voluntad de querer cambiar las cosas a mejor.
Antes de estos nuevos movimientos estábamos metidos en una trampa, o votas a PP o a Psoe. Yo, por ejemplo, votaba en las generales al PCE. Pero sabía que, en verdad, era "tirar" el voto porque no iban a conseguir suficientes votos para, tan siquiera, un escaño. Era mi forma de participar en democracia y no votar en blanco. Ahora, gracias a Podemos, sé que, con la suma del resto de votantes, tomaré una decisión que incidirá enormemente en el panorama político.
También es como dice un amigo mío: "Más jodidos de lo que estamos, no vamos a estar. Vamos a darles una oportunidad a estos que al menos tienen una formación en condiciones, la práctica les llegará cuando empiecen a enfrentarse a los problemas".

Lo que me duele es la pasividad de los viajeros contemplando si el mono muere o no. Los seres humanos somos unos descerebrados.

Cada vez que escucho Iron Maiden no paro de rememorar el mundo de Dragon Lance, Magic:The gathering, y otros mundos fantásticos que estuvieron presentes durante mi pubertad. Era un pesimista por aquel entonces porque no me gustaba la realidad que vivía. Lo irónico es que ahora soy mucho más positivo y vivo en un mundo de mierda donde todos los estamentos de la sociedad se han ido a tomar por saco.

La verdad es que me siento muy afortunado con todos los compañeros de piso que he tenido. Pero también es cierto que aunque siempre he estado en el mismo piso, los otros siempre han sido nuevos, excepto uno. Y con ese llegué a tener una relación casi matrimonial.
En serio, después de cuatro años, cuando acabé la carrera no tenía ganas de verle. Y eso que nos hemos llevado siempre muy bien pero el roce del día a día y esa tensión que sin querer cargas sobre el otro, acaba desgastando mucho. Esa tensión creo que se genera porque tú a tu hermano cuando te toca los c*****s te puedes cagar en su p*** m**** pero con un amigo que convives tan cercanamente, aunque exista mucha confianza, hay fronteras que no deben ser traspasadas jajaja.
Eso sí, es como comentan compañeros de arriba. Deben establecerse unas normas de convivencia sí o sí, además de establecer un hueco para cada uno en la nevera y congelador. Y lo más importante, hablar las cosas directamente y con respeto, no pagar pequeños disgustos con pequeñas venganzas desapercibidas que no tienen sentido ni arreglan el problema.

A mí el programa me pone bastante mal cuerpo. Soy de Andalucía y, en principio, no lo veía como algo propagandístico, tampoco lo he visto más de 5 minutos, pero en mi cabeza lo tenía como "Bueno, con el paro que hay, al menos más de uno tendrá un respiro". El otro día, sí estuve mirándolo un rato, y de verdad, es grotesco. No grotesco, en el sentido estético, sino en la pretensión de poner la realidad más cruda de lo que es de por sí. Esa música o el primer plano del llanto de esa persona que en realidad, todos sabemos que no desea estar en pantalla, pero que su situación le ha obligado a perder su dignidad.
Lo que en un principio me parecía una presentadora cálida y cercana, ahora me parece una directora de una orquesta cínica y que se vendió a la televisión estatal. Si era feliz ayudando a los demás (Según ella), ¿Por qué se cambio de canal sur a la primera? No me malinterpretéis pero no me parece moralmente correcto, ganar pasta a costa de vender el sufrimiento ajeno y pasarte a otra cadena para tener un share mayor y que te paguen más pasta.

Como odiaba cuando jugaba con varios colores, se me mezclaban y acababa formándose un gran masa marrón.