#3 De todas formas hay cosas menos hard que son bestiales. Como la Nómada Papaya Rye... otra joya

#1 No entiendo muy bien el comentario. Lo que dice el artículo es que lo del Rubius no es nuevo.

Me parece llamativo cómo han penetrado estas apps en el mercado móvil. Un mercado bastante saturado por grandes empresas o desarrolladores de videojuegos. Ganar visibilidad en tiendas de apps no es nada sencillo, por mucho que la app esté impulsada por un gobierno.

El pasado viernes se estrenó La Muerte de Guillem en la televisión autonómica valenciana, À Punt. No solo esto, también ha sido imprescindible su aportación para poder producir y grabar la película. Además, en la elaboración ha participado un director reconocido con varios premios del cine español y el guion está basado en la reconstrucción de hechos reales. Todo tendría que entenderse como una cosa normal, pero quienes hemos vivido (o sufrido) en el País Valenciano desde que asesinaron a Guillem, sabemos que esto es la consecución de muchos años de ostracismo y resistencia ante la ofensiva de la derecha. Mediática e institucional.

No hace falta ir muchos años atrás para recordar la vergonzosa y corrupto Canal 9, la antigua televisión valenciana. Incluso fuera de nuestro territorio era considerada un símbolo del despotismo del Partido Popular en València. El silencio de la cadena sobre el accidente del metro fue la punta de un iceberg de mentiras, desfalco y amiguismos. Incluso, extrabajadores del ente declaraban poco después de que sentían vergüenza de la cantidad de mentiras que decían. A pesar de todo, a pesar de ser bastión de la derecha y difusora de su ideología, fue la izquierda valenciana la que se opuso al cierre y reclamó el mantenimiento de una cadena que tenía que servir para mantener las tradiciones culturales y servir de punto de encuentro entre los pueblos del país. Pero en 2013 se fundió a negro en un día vergonzoso, que culminaba el uso partidista de la cadena.

A nivel mediático, la cobertura del asesinato de Guillem en su momento también fue una vergüenza. En muchos artículos parecía que el asesino era la víctima y Guillem culpable. La prensa tuvo parte de culpa de la escasa pena que cumplió en la prisión Pedro Cuevas y la exculpación de sus cómplices. No solo esto. La persecución a la familia y amigos durante décadas y la impunidad de la extrema derecha en el territorio valenciano, no tendría sentido sin la benevolencia de parte de la prensa y de periodistas valencianos. Imagino que el viernes no verían la película. Si lo hicieron, espero que no durmieron bien y sintieron vergüenza de su complicidad con el asesinato de un chaval de 18 años. Lamentablemente, lo dudo.

Pero el importante es que se ha hecho la película, se estrenó en la televisión que tenemos que sentir como nuestra y con la mejor audiencia de la cadena. Un éxito que llega gracias a los años de militancia de muchos y muchas. Personas que confiaban que algún día podrían sentir como suya la televisión autonómica. Que algún día los hablaría a ellos. También la victoria de esta proyección se puede ver en redes, donde la derecha está rabiant y gritando de todo en À Punt. Su bilis es nuestra alegría. Demuestra que estamos ganando. Ya no somos nosotros los que nos resignamos ante la pantalla.

La diferencia? Mientras que ellos protestan con odio, nosotros lo hacíamos con esperanza. Mientras que ellos condenan la verdad, nosotros condenábamos la mentira. Estamos cargados de certezas y de razones, por eso el viernes fue un paso más hacia la reparación en el País Valenciano. Solo con memoria y con justicia, seremos capaces de conseguir que no vuelven los años oscuros a nuestra tierra.