Impresionante lo del accionista que contrata a detectives israelíes para difamar al presidente y echarlo, le pillan y al final coge el club un ex ultra que muere a los 40 "por causas naturales" Y de remate esta paliza tan oportuna. La idílica Alemania.
Una muestra más de que el deporte profesional es incompatible con la salud física y mental... ... como todo trabajo...