nuriadelgado

Y, al margen de todo, lo fuerte es que los administradores de Menéame no permitan el envío de nuevas noticias a causa del bajo karma... me pregunto muchas cosas, una de ellas quiénes serán los administradores y qué intereses tendrán... en fin

nuriadelgado

Señor Rodríguez,
Tenía (y tengo allá donde sea) dos abuelos. Uno de ellos pastor, otro minero. No es mi historia una de esas historias sorprendentes, mi historia es una historia normal, no se vaya a creer. Mis dos abuelos vivieron en una de esas dos españas imaginarias. La pobre. Y por ella combatió uno de ellos, porque tocaba. Al otro le sorprendió más joven esa estúpida guerra y se metió en la mina. Porque tocaba y porque poco había.
Mi padre y mi madre, señor Rodríguez, corrieron delante de los grises. Tengo un leve recuerdo de cuando pequeña y voy a contárselo, quiero hacerle partícipe de mi mediocre historia. Creo que mi padre me llevó en sus hombros a alguna protesta pacífica y, esto es imaginación mía, pero yo llevaba el puño izquierdo alzado.
A estas alturas (bajuras) de mi historia se preguntará qué le quiero decir con todo esto, se preguntará (espero, sinceramente espero que se lo pregunte) por qué le dirijo estas letras. Eso, querido señor Rodríguez, tendrá que ir averiguándolo usted a medida que mis líneas avancen.
Cuando fui ya mayor, como casi todos, empecé a pensar y decidir por mí misma y decidí quedarme en el mismo bando, si es que es cierto que hay bandos. Y asistí a manifestaciones contra injusticias y a pedir derechos y a opinar y a discutir de política y a defender derechos y a solicitar soluciones y me quedé ahí. Llámeme cobarde. Lo hará con razón. Me subí al carro cómodo, al carro de las discusiones absurdas de política en casa, al carro de escribir cuando todos dormían y liberarme de mis rabias en mis libretas. Y al carro, al fin y al cabo, de los soñadores perdidos.
Pero ahora me enfado cada día, señor rodríguez. Me enfado cuando le escucho o le leo o le veo. Me exaspero. Me gusta este verbo: e x a s p e r a r s e. Y pienso, muchos deben estar exasperados y si todos estuviéramos tan exasperados y si fuéramos más valientes, tendríamos que salir a las calles a gritar, a expresar nuestra decepción, a pedirle a usted que nos respetara un poquito. Y tendríamos que organizarnos y creernos de verdad que podemos cambiar algo.
No le voy a engañar (que verbo más feo engañar, usted lo sabe bien), no voy a enviarle sólo a usted estas letras. No soy ingenua, no se vaya usted a pensar, no espero (aunque quisiera no haber perdido también la ilusión de pensar que todo es posible) que estas letras lleguen más allá. Conozco los medios de comunicación de nuestro país, he trabajado en uno de ellos y tenido trato con el resto y no se está por la labor de las opiniones exasperadas de cualquiera, faltaría más con la que está cayendo. Pero voy a hacerlo y será una forma de concederme a mí misma empezar de cero, enviaré estas letras-carta al director de los dos periódicos que leo y a los de algún otro que no leo y camuflaré el número de caracteres para que no de pereza leerlos y que sea lo que dios quiera, como decía mi abuela sin ir a misa. Pero que sea, de una vez por todas, y que todos nos vayamos dando cuenta y empecemos de cero, que algo tenemos que hacer para ganarnos un poco de respeto. Ojalá que no sea lo que usted y sólo usted decida, como parece ser.
No se preocupe por mí (aunque ni siquiera lo ha hecho, señor Rodríguez), tengo la gran suerte de no ser un número más de las listas de los parados españoles. Soy una parada en formación, por lo que estoy trabajando. El lunes pasado me citaron amablemente a presentarme con carácter de obligatoriedad a un curso que imparte el INEM. Por fin podré aprender a utilizar Word, Excel y tantos programas tan complicados. Muchas gracias. trozosdedias.wordpress.com

nuriadelgado

Irrelevante? Cómo alguien puede opinar que esta noticia es irrelevante...? Así estamos, desde luego...

nuriadelgado

Cada medio de comunicación (como me temo que bien sabéis) aporta datos nuevos a las mismas noticias. No es la actualización de la información el principio de Menéame?

nuriadelgado

#5
#7 qué importa que haya demasiadas noticias relacionadas? ¿acaso eso impide que sea noticia un desembolso de tres millones de euros para una visita de 8 horas de un señor que interesa a muy pocos?

nuriadelgado

no hay político valiente ahora mismo en este país que se atreva a hacer eso... ojalá lo hubiera

nuriadelgado

#17 nada, pues ha merecido la pena ser la novata para al menos sacar una sonrisa!

nuriadelgado

#15 gracias la monjamellada, empiezo a comprender el funcionamiento... puedo hacerte una pregunta tonta? cómo se vota en negativo? dónde?

nuriadelgado
nuriadelgado

por cierto, alguien puede decirme cómo puede cansina estar tan pendiente de votar en negativo a las noticias que dejan mal a la iglesia, el papa, o relacionados...?? y, repito, no me importan los negativos, me importa el nivel de coco comido que tiene la gente...

nuriadelgado

#1 tanatos, lo hice demasiado rápido, te importaría ayudarme a modificar la entrada? no veo cómo... muchas gracias!

nuriadelgado

#4 a mí, ixarsos, me parece que a estas alturas de los tiempos, gastar medio euro en que nos visite un señor vestido de blanco es absolutamente intolerable

nuriadelgado

jajaja! en ésas estamos! en fin... lo haré! gracias, lamonjamellada!

nuriadelgado

#2 cómo alguien puede poner en estos tiempos un voto negativo a esta noticia? no es que me importen los negativos, ni el karma, ni los inventos 2.0, pero... por favor, reflexionad un poco antes de definiros tanto... habéis pensado alguna vez que se podría hacer con todo el dinero que tiene el vaticano???

nuriadelgado

al tiempo, medka... de algún lugar tendrán que sacar los euros de los costes... impresionante todo esto, la verdad!

nuriadelgado

no entiendo que, ante un tema tan serio, os dediqueis a comentar quién pone más puntos negativos a quién

nuriadelgado

También yo iré a la huelga y de paso...
Señor Rodríguez,
Tenía (y tengo allá donde sea) dos abuelos. Uno de ellos pastor, otro minero. No es mi historia una de esas historias sorprendentes, mi historia es una historia normal, no se vaya a creer. Mis dos abuelos vivieron en una de esas dos españas imaginarias. La pobre. Y por ella combatió uno de ellos, porque tocaba. Al otro le sorprendió más joven esa estúpida guerra y se metió en la mina. Porque tocaba y porque poco había.
Mi padre y mi madre, señor Rodríguez, corrieron delante de los grises. Tengo un leve recuerdo de cuando pequeña y voy a contárselo, quiero hacerle partícipe de mi mediocre historia. Creo que mi padre me llevó en sus hombros a alguna protesta pacífica y, esto es imaginación mía, pero yo llevaba el puño izquierdo alzado.
A estas alturas (bajuras) de mi historia se preguntará qué le quiero decir con todo esto, se preguntará (espero, sinceramente espero que se lo pregunte) por qué le dirijo estas letras. Eso, querido señor Rodríguez, tendrá que ir averiguándolo usted a medida que mis líneas avancen.
Cuando fui ya mayor, como casi todos, empecé a pensar y decidir por mí misma y decidí quedarme en el mismo bando, si es que es cierto que hay bandos. Y asistí a manifestaciones contra injusticias y a pedir derechos y a opinar y a discutir de política y a defender derechos y a solicitar soluciones y me quedé ahí. Llámeme cobarde. Lo hará con razón. Me subí al carro cómodo, al carro de las discusiones absurdas de política en casa, al carro de escribir cuando todos dormían y liberarme de mis rabias en mis libretas. Y al carro, al fin y al cabo, de los soñadores perdidos.
Pero ahora me enfado cada día, señor rodríguez. Me enfado cuando le escucho o le leo o le veo. Me exaspero. Me gusta este verbo: e x a s p e r a r s e. Y pienso, muchos deben estar exasperados y si todos estuviéramos tan exasperados y si fuéramos más valientes, tendríamos que salir a las calles a gritar, a expresar nuestra decepción, a pedirle a usted que nos respetara un poquito. Y tendríamos que organizarnos y creernos de verdad que podemos cambiar algo.
No le voy a engañar (que verbo más feo engañar, usted lo sabe bien), no voy a enviarle sólo a usted estas letras. No soy ingenua, no se vaya usted a pensar, no espero (aunque quisiera no haber perdido también la ilusión de pensar que todo es posible) que estas letras lleguen más allá. Conozco los medios de comunicación de nuestro país, he trabajado en uno de ellos y tenido trato con el resto y no se está por la labor de las opiniones exasperadas de cualquiera, faltaría más con la que está cayendo. Pero voy a hacerlo y será una forma de concederme a mí misma empezar de cero, enviaré estas letras-carta al director de los dos periódicos que leo y a los de algún otro que no leo y camuflaré el número de caracteres para que no de pereza leerlos y que sea lo que dios quiera, como decía mi abuela sin ir a misa. Pero que sea, de una vez por todas, y que todos nos vayamos dando cuenta y empecemos de cero, que algo tenemos que hacer para ganarnos un poco de respeto. Ojalá que no sea lo que usted y sólo usted decida, como parece ser.
No se preocupe por mí (aunque ni siquiera lo ha hecho, señor Rodríguez), tengo la gran suerte de no ser un número más de las listas de los parados españoles. Soy una parada en formación, por lo que estoy trabajando. El lunes pasado me citaron amablemente a presentarme con carácter de obligatoriedad a un curso que imparte el INEM. Por fin podré aprender a utilizar Word, Excel y tantos programas tan complicados. Muchas gracias.