#12 pues diría que es al revés. Las personas con las que he hablado de latinoamérica no destacan por haber recibido una historiografía equilibrada sino todo lo contrario. Hablan de expolio de oro totalmente desmesurado con respecto a los cálculos reales y a las proyecciones menos conservadoras y también les encanta pasarse por ahí todo el derecho proteccionista con los indígenas y poner a España como si tuviera en América campos de exterminio nazi.
La historiografía en España (a nosotros nos mostraron varias y luego nos quedábamos con aspectos concretos) es mucho más equilibrada.
Por ejemplo, allí a nivel no académico ni siquiera saben de los genocidios cometidos por los estados una vez independientes.
Y aquí se acepta que hubo genocidio total en las Antillas por ejemplo y se acepta que hay discusión sobre si llamar genocidio al resto. Pero a nivel no académico (nna) predomina la leyenda negra.
Sobre el aspecto concreto que comentas diría que (nna) piensan en todos como "gallegos" y ya está, no tienen mucha idea de la historia de España como para saber las Coronas o reinos...
A nivel académico hay de todo, equilibrados, negacionistas y exagerados tanto allí como aquí.
A mi lo que siempre me ha sorprendido es que en muchos países latinoamericanos donde he estado la gente razonablemente culta acepta la conquista española de América como lo que fue, una alianza y mestizaje entre la cultura española (si, española, no castellana porque iban mercenarios y SI, hubo mercenarios catalanes y vascos) y muchísimas tribus amerindias que se aliaron, mezclaron y cooperaron contra lo que en ese momento eran una serie de imperios que no imponían su ley precisamente de manera pacífica.
Luego en España una serie de personajes ignorantes y sin idea de historia ni sentido común pretenden defender que en América todos vivían en paz y armonía y llego Hernan Cortes con 400 soldados, todos de Castilla y fue asesinando persona a persona a los 20 millones de indios todo ello bajo la dura crítica de los condes catalanes y los nobles vascos que jamás tuvieron ningún interés en las riquezas del continente americano.