Una llamada inesperada rompe la conexión de radio para ofrecerle un trabajo al parado que estaban entrevistando en un programa de la radio...

Hoy he leído un interesante artículo en Expansión en el que detallan las ventajosas condiciones que se pueden conseguir en Francia con un operador móvil y he pensado: "¡Ostras! ¡Si yo ya tengo algo parecido con Vodafone!". Tan sólo se trata de hacer unos pequeños "trucos" en lo que comunmente se conoce como "amago de portabildad". Sin embargo, es posible que mucha gente no conozca estas puertas traseras, así que me he propuesto explicarlas en un post.

Yo no tengo la culpa de que no puedas pagar el préstamo por tu BMW Serie 1. Mientras tú te paseabas en él y fardabas de cobrar una pasta en la obra, yo andaba 20 minutos diarios para llegar a mi Facultad. Cuando finalmente decidí comprar un coche ahorré previamente durante tres años completos. Con pulcra religiosidad, cada mes hice una transferencia a una cuenta de ahorro y no tomé la decisión de comprar hasta que el montante de mis ahorros fue suficiente como para poder dormir por las noches sin remordimientos.

Con la maltrecha y asfixiada economía española habría que hacer igual que con los cadáveres: someterla a autopsia para averiguar la causa de la muerte. Para ello, el primer paso es ser plenamente conscientes del grave problema que tenemos: una economía clínicamente en coma mantenida artificialmente en vida en contra de absolutamente todas las leyes de la naturaleza. Y esto, el 80% de los españoles no lo sabe o no quiere saberlo.

De veras que no entiendo el tufo de negatividad que se respira en el ambiente. Todo el mundo está asustado esperando el colapso final de un país que atraviesa su momento dorado. Díganme si no como es posible que el 65% del dinero en circulación lo haga en billetes de 500 euros. Lo crean o no, tenemos la suerte de vivir en un país que es la envidia de África y pronto lo será también de Sudamérica.

Infinidad de infografías —de un año para acá se han puesto muy de moda— relacionadas con las redes sociales han ido aparecido por la red de redes en los últimos tiempos, lista que acaba de engordar recientemente con una nueva que me hace especial ilusión por dos razones: la primera, porque está centrada en Iberoamérica, y la segunda, porque en un 50% la ha realizado nuestro compañero hipertextual Miguel Jorge.

Es una creencia popular muy extendida entre los Pepitos españoles que al dejar de pagar la hipoteca el banco se queda con las llaves y desaparece el problema, lo cual es un gran error. Este pensamiento no es sino una de las consecuencias sociales de vivir en un país en el que si Leire Pajín ha llegado a ser Ministra de Sanidad, Ramoncín bien podría serlo de Cultura.

Dado que toda elección conlleva un coste de oportunidad solo destacaré las que considero las frases más incoherentes, ingenuas, destructivas y perversas que seguro que alguna vez has escuchado en la calle...

Con sueldos de no más de 1.200 euros sacaron hipotecas de 800 euros mensuales. Papá y mamá les echaba una mano para el aval y la otra para que no pasasen hambre a final de mes. La vida entonces era jauja y cualquier hijo de agricultor pensaba que podía convertirse en un prestigioso abogado sin ni siquiera estudiar Derecho. Muchos otros decidieron convertirse en "emprendedores", otro de los grandes fraudes a la sociedad. Se hacían un curso CEAC a distancia y sin tener ni puta idea te montaban una empresa de fontanería que solo facturaba en B.

Curiosas anécdotas vividas en un aula y contadas en primera persona por un profesor de instituto que te hacen reflexionar sobre lo que está pasando en los centros educativos y a qué tiende la educación en nuestro país: 1. Caso hace un par de años en que un alumno marroquí de 13 años me preguntó si podía quitar el crucifijo de encima de la pizarra porque él era musulmán. Le explico que la cruz forma parte de la cultura española...

Entrevista a Jesús Díaz de Gizmodo sobre toda la historia del iphone 4g. No tiene desperdicio.

1. INDECENTE es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado de 3.996 €, pudiendo llegar con dietas y otras prebendas a 6.500 €/mes. 2. INDECENTE es que un catedrático de universidad, un ingeniero o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ay-untamiento de tercera. 3. INDECENTE es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca (siempre por unanimidad, por supuesto, y al inicio de la legislatura).