Mi perra directamente cuando se enfadaba me ignoraba vilmente, ni me miraba y se giraba de espaldas o se iba.
Son muy expresivos y, si les haces algo de caso, acabas entendiendo sus gestos y muecas. Sólo hay que dedicarles algo de tiempo y atención para verlo.
Me parece una medida lógica de protección, viéndose venir la avalancha emigratoria procedente de los países que estamos sufriendo una crisis más acusada. No creo que tenga nada que ver con xenofobia, sino con sentido común: se tiene que recibir inmigración mientras se pueda absorber. En cuando la esponja ya no traga más, se deben cerrar fronteras, así de simple.