Hace 10 años | Por conversador a yorokobu.es
Publicado hace 10 años por conversador a yorokobu.es

Como insulto, parece broma. Infantil. Ñoño, si cabe. Hasta que se lo oyes gritar a una gaditana, como fue mi caso, con tal saña, con tanto énfasis que si hubiera llamado cabrón a su contrincante, no hubiera sonado tan denigrante. Es lo que tienen los insultos, que más que lo que te llaman, hiere sobre todo el cómo te lo llaman

Comentarios

conversador

No tiene nada que ver con la política ¿eh? Leedlo antes de votar

D

Razón tiene. Fui testigo de como un coche se cruzaba en la trayectoria de un taxi y el taxista tocaba el claxon. Entonces ambos bajan la ventanilla.
-El del coche: ¿eres tonto?
-El taxista guarda silencio dos segundos y le dice: "No te voy a decir lo que tú eres porque se te caería la cara de vergüenza".
Se lío parda, el del coche se bajó y no se matan de puro milagro y la verdad es que ¡no le había dicho nada!.