Entre el Valle del Lecrín y la zona baja de Las Alpujarras se encuentra Tablate o, mejor dicho, los pedazos desvencijados de lo que fue un pueblo granadino. Su apacible silencio solo es roto por el viento que se cuela entre los restos de memoria familiar que aún rezuma entre baldosas cubiertas de malas hierbas y las migajas del último mobiliario.
#8:
Soy consciente de que la despoblación de los pueblos en España es un mal endémico, pero me duele especialmente en el caso de las Alpujarras.
Muchos hijos de inmigrantes (de la época dura de los movimientos a Baleares, Cataluña, etc.) hemos poblado esos pueblos durante los veranos de nuestra juventud. Las chispas del reflejo del atardecer en las rocas de pizarra que forman las eras, el jugar a polis y cacos en la plaza a altas horas de la noche, los baños en la alberca, lo primeros besillos a escondidas, las berbenas... Los veranos de los 80-90 esos pueblos multiplicaban su vida y dinaminazaban sus economías, aparte de ofecernos de las mejores experiencias posibles a nuestra edad, muy lejos de lo que me hubiera deparado una triste preadolesccencia urbanita.
Ahora, agotada ya la primera generación, los veranos son un drama. No hay trabajao salvo en los pueblos "importantes" (Lanjarón, Órgiva ó Trevelez) y de aquella manera, no hay futuro ni relevo en dónde sólo quedan pensiones, principal economía ya de la mayoría de pueblos de esa zona, en dónde el turismo no acaba de despegar (lejos queda ya aquél libro del ex de génesis que parecía abrir un futuro en ese ámbito).
Sueño a menudo con el Pueblo y sus gentes. Pienso en ellos y me entristece reconocer que mis hijos no lo conocerán ni vivirán esa juventud que vivía yo 2 meses al año.
Es que creo que ya ni el teletrabajo los salvará. Es como ver a alguien cercano morirse sin que puedas hacer nada.
Soy consciente de que la despoblación de los pueblos en España es un mal endémico, pero me duele especialmente en el caso de las Alpujarras.
Muchos hijos de inmigrantes (de la época dura de los movimientos a Baleares, Cataluña, etc.) hemos poblado esos pueblos durante los veranos de nuestra juventud. Las chispas del reflejo del atardecer en las rocas de pizarra que forman las eras, el jugar a polis y cacos en la plaza a altas horas de la noche, los baños en la alberca, lo primeros besillos a escondidas, las berbenas... Los veranos de los 80-90 esos pueblos multiplicaban su vida y dinaminazaban sus economías, aparte de ofecernos de las mejores experiencias posibles a nuestra edad, muy lejos de lo que me hubiera deparado una triste preadolesccencia urbanita.
Ahora, agotada ya la primera generación, los veranos son un drama. No hay trabajao salvo en los pueblos "importantes" (Lanjarón, Órgiva ó Trevelez) y de aquella manera, no hay futuro ni relevo en dónde sólo quedan pensiones, principal economía ya de la mayoría de pueblos de esa zona, en dónde el turismo no acaba de despegar (lejos queda ya aquél libro del ex de génesis que parecía abrir un futuro en ese ámbito).
Sueño a menudo con el Pueblo y sus gentes. Pienso en ellos y me entristece reconocer que mis hijos no lo conocerán ni vivirán esa juventud que vivía yo 2 meses al año.
Es que creo que ya ni el teletrabajo los salvará. Es como ver a alguien cercano morirse sin que puedas hacer nada.
#8 Aquel ex de Génesis todavía sigue atrayendo a miles de british con pulgas buscando huir de su pasado por oscuras razones. Las violaciones, peleas, trifulcas y delitos varios que generan estos hijos de la Gran Bretaña en la zona tienen hartos a los vecinos de toda la vida, No sé qué futuro vaticinaba este hombre pero ahora mismo lo que sobra en la Alpujarra es precisamente la herencia que dejó en sus escritos.
Lo conozco. Cuando trabajaba en Orgiva solía parar alguna vez a la vuelta. Lo que más me sorprendió fue la iglesia, tapiada y su gran torre. Me resulta raro que este abandonado cuando esta mejor comunicado que muchos otros pueblos de La Alpujarra, al lado de la autovia, a un salto de Granada.
La torre estaba exenta de la iglesia (vamos, sin formar parte de la misma) Al parecer tiene unos cuantos siglos. De la iglesia queda la forma y poco más.
#3
Cierto, y no debe ser muy recomendable pasar por esa zona, por si queda algo sin hundir.
Comentarios
Soy consciente de que la despoblación de los pueblos en España es un mal endémico, pero me duele especialmente en el caso de las Alpujarras.
Muchos hijos de inmigrantes (de la época dura de los movimientos a Baleares, Cataluña, etc.) hemos poblado esos pueblos durante los veranos de nuestra juventud. Las chispas del reflejo del atardecer en las rocas de pizarra que forman las eras, el jugar a polis y cacos en la plaza a altas horas de la noche, los baños en la alberca, lo primeros besillos a escondidas, las berbenas... Los veranos de los 80-90 esos pueblos multiplicaban su vida y dinaminazaban sus economías, aparte de ofecernos de las mejores experiencias posibles a nuestra edad, muy lejos de lo que me hubiera deparado una triste preadolesccencia urbanita.
Ahora, agotada ya la primera generación, los veranos son un drama. No hay trabajao salvo en los pueblos "importantes" (Lanjarón, Órgiva ó Trevelez) y de aquella manera, no hay futuro ni relevo en dónde sólo quedan pensiones, principal economía ya de la mayoría de pueblos de esa zona, en dónde el turismo no acaba de despegar (lejos queda ya aquél libro del ex de génesis que parecía abrir un futuro en ese ámbito).
Sueño a menudo con el Pueblo y sus gentes. Pienso en ellos y me entristece reconocer que mis hijos no lo conocerán ni vivirán esa juventud que vivía yo 2 meses al año.
Es que creo que ya ni el teletrabajo los salvará. Es como ver a alguien cercano morirse sin que puedas hacer nada.
#8 Aquel ex de Génesis todavía sigue atrayendo a miles de british con pulgas buscando huir de su pasado por oscuras razones. Las violaciones, peleas, trifulcas y delitos varios que generan estos hijos de la Gran Bretaña en la zona tienen hartos a los vecinos de toda la vida, No sé qué futuro vaticinaba este hombre pero ahora mismo lo que sobra en la Alpujarra es precisamente la herencia que dejó en sus escritos.
#8 dura tu reflexión en voz alta y realista. Pero que gusto da leer comentarios de calidad como el tuyo.
Siento especial cariño por los sitios abandonados. Será romanticismo o qué sé yo, pero pasear y cotillear lo que antes fue algo siempre me ha gustado.
#5 Creo que se llama urbex
#5 https://www.wattpad.com/656949808-las-sombras-del-lago-ese-d%C3%ADa
Lo conozco. Cuando trabajaba en Orgiva solía parar alguna vez a la vuelta. Lo que más me sorprendió fue la iglesia, tapiada y su gran torre. Me resulta raro que este abandonado cuando esta mejor comunicado que muchos otros pueblos de La Alpujarra, al lado de la autovia, a un salto de Granada.
#2
La torre estaba exenta de la iglesia (vamos, sin formar parte de la misma) Al parecer tiene unos cuantos siglos. De la iglesia queda la forma y poco más.
#3
Cierto, y no debe ser muy recomendable pasar por esa zona, por si queda algo sin hundir.
Hay unos cuantos pueblos así por España y me temo que en 20 años va a haber muchos más.
Esto es el primer pueblo abandonado en CyL en el s.XX (en 1980 para ser exactos)
El adobe aguanta mal el paso del tiempo, sobre todo si le han robado el tejado que lo proteje.
#1 las bodegas están hundidas
Esta mierda qué es?
La iglesia con la biblia ahí parece un escenario del juego de rol Aquelarre.
paraíso
La naturaleza de abre paso.