Publicado hace 13 años por MariaNieto a elblogdeodracir.wordpress.com

Supón que estás invitado a una recepción con Isabel Preysler (sí, de esas en las que apareces de repente y no te echan a los perros, sino que te reciben con una sonrisa y unos bombones), y tras comer unos mejillones escabechados del aperitivo resulta que te da un apretón. De tú reacción depende que te conviertas en el alma de la fiesta, o que el mayordomo-embajador te eche a patadas.