La baja productividad es el estigma que todavía arrastra el ciudadano español cuando sale fuera de su país. Básicamente somos unos vagos. La palabra que todo inglés asocia con el español es siesta.
Nos quejamos de lo que pueden pensar de nosotros fuera... pero los ingleses se llevan la palma!
Estuve unos meses viviendo en Inglaterra y llegué a la siguiente conclusión:
Los alemanes y holandeses que vienen a España de vacaciones se comportan como unos enegúmenos aquí y luego en su país todo lo contrario.
Los ingleses que vienen aquí... no son hipócritas... se comportan igual que en su país!! Todavía flipo con lo de salir de currar y meterse cinco o seis pintas cada día! Cosa que hacía mucha mucha gente.
Por otro lado, no esta bien generalizar y bla bla bla... pero generalizo!
#4 Yo soy de Barna también y, en general, los turistas en la ciudad se comportan mucho mejor que fuera. Cuando por error pasas por la costa en alguna población turística no veo demasiada diferencia entre Ingleses y alemanes... Están todos borrachos y haciendo el cafre.
Yo realmente creo que el tema de la productividad más que algo de la nacionalidad viene por la incentivación al trabajador. En España el empresario promedio no suele preocuparse demasiado por incentivar al empleado, y así le va. "Total, si haga lo que haga voy a cobrar lo mismo y voy a tener el mismo status en la empresa, me rasco los huevos."
Esto en algunos países es mucho más raro, y por tanto los empleados son más productivos.
Intentan cargar a los trabajadores con los problemas de competitividad española, pero cualquiera que viaje fuera se dará cuenta de que no es un problema de los trabajadores. Un poco la culpa es del funcionamiento de la administración, es especial nuestra lenta Justicia. Pero la mayor culpa es de los dirigentes. Por un lado, las escasas habilidades de directivos de muchas empresas (con notables excepciones) y por otro, y el más serio, las lamentables gestiones de nuestra clase política, con su clientelismo, corrupción y nepotismo. Cuantas cosas hacemos los trabajadores que no sirven absolutamente para nada.
Comentarios
La palabra que ya asocio con ingles es borracho
#1 Me lo has quitado del ratón.
#1 Creo que la gran mayoría pensamos eso .
Nos quejamos de lo que pueden pensar de nosotros fuera... pero los ingleses se llevan la palma!
Estuve unos meses viviendo en Inglaterra y llegué a la siguiente conclusión:
Los alemanes y holandeses que vienen a España de vacaciones se comportan como unos enegúmenos aquí y luego en su país todo lo contrario.
Los ingleses que vienen aquí... no son hipócritas... se comportan igual que en su país!! Todavía flipo con lo de salir de currar y meterse cinco o seis pintas cada día! Cosa que hacía mucha mucha gente.
Por otro lado, no esta bien generalizar y bla bla bla... pero generalizo!
#3 Discrepo, al menos en Barna los Alemanes son algunos de los turistas más respetuosos
#4 Yo soy de Barna también y, en general, los turistas en la ciudad se comportan mucho mejor que fuera. Cuando por error pasas por la costa en alguna población turística no veo demasiada diferencia entre Ingleses y alemanes... Están todos borrachos y haciendo el cafre.
Yo realmente creo que el tema de la productividad más que algo de la nacionalidad viene por la incentivación al trabajador. En España el empresario promedio no suele preocuparse demasiado por incentivar al empleado, y así le va. "Total, si haga lo que haga voy a cobrar lo mismo y voy a tener el mismo status en la empresa, me rasco los huevos."
Esto en algunos países es mucho más raro, y por tanto los empleados son más productivos.
La productividad en España está subiendo porque está decreciendo más rápidamente el número de trabajadores en activo que el PIB.
Intentan cargar a los trabajadores con los problemas de competitividad española, pero cualquiera que viaje fuera se dará cuenta de que no es un problema de los trabajadores. Un poco la culpa es del funcionamiento de la administración, es especial nuestra lenta Justicia. Pero la mayor culpa es de los dirigentes. Por un lado, las escasas habilidades de directivos de muchas empresas (con notables excepciones) y por otro, y el más serio, las lamentables gestiones de nuestra clase política, con su clientelismo, corrupción y nepotismo. Cuantas cosas hacemos los trabajadores que no sirven absolutamente para nada.