Lo reconozco. Odio a la gente. Tengo un odio profundo hacia la mayoría de esta sociedad corrupta y sin conciencia. Y ya en el ámbito más doméstico, odio la convivencia. Bueno, en realidad no la entiendo. No comprendo bajo que anacrónico axioma hemos asimilado la obligación social de convivir con otros seres de tu misma especie (normalmente subespecie en mi caso) bajo un mismo techo para llegar a un clima de aceptación y normalidad que no te hiciera parecer un paria ante el resto del mundo.
Este al menos sale a la calle a comprar y siendo realistas, conozco demasiada gente que ha pasado temporadas largas sin apenas salir de casa mas que para comprar ya sea por algun tipo de depresión o por no saber/disfrutar de lo que puede otorgarte salir con alguien un sabado por la noche de copas. Y no se autodenominan con ese nombre tan cool. En españa creo que se llaman antisociales.
Admitámoslo. La convivencia significa renunciar a buena parte de los hábitos que emanan de nuestro alma y que nos hacen realmente felices. Evidente, pero renuncias a cambio de otras cosas que te compensan esa pérdida, ya cada uno valora qué quiere y qué no quiere. Y esto no es un ataque, ni una crítica ni nada, ole tus cojones si eres feliz así, yo aún no sé cómo serlo.
#2 Luego dice que renuncias a esas cosas a cambio de otras que te compensan esa pérdida. Pero lo dice de una forma un poco....brusca
Claro que al final casi todos acaban renunciando a esa libertad y felicidad más pura a cambio de satisfacer sus necesidad primigenias, sin duda obligados por un sistema sobrehormonado que decide por nosotros.
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Este al menos sale a la calle a comprar y siendo realistas, conozco demasiada gente que ha pasado temporadas largas sin apenas salir de casa mas que para comprar ya sea por algun tipo de depresión o por no saber/disfrutar de lo que puede otorgarte salir con alguien un sabado por la noche de copas. Y no se autodenominan con ese nombre tan cool. En españa creo que se llaman antisociales.
Admitámoslo. La convivencia significa renunciar a buena parte de los hábitos que emanan de nuestro alma y que nos hacen realmente felices. Evidente, pero renuncias a cambio de otras cosas que te compensan esa pérdida, ya cada uno valora qué quiere y qué no quiere. Y esto no es un ataque, ni una crítica ni nada, ole tus cojones si eres feliz así, yo aún no sé cómo serlo.
#2 Luego dice que renuncias a esas cosas a cambio de otras que te compensan esa pérdida. Pero lo dice de una forma un poco....brusca
Claro que al final casi todos acaban renunciando a esa libertad y felicidad más pura a cambio de satisfacer sus necesidad primigenias, sin duda obligados por un sistema sobrehormonado que decide por nosotros.