Publicado hace 13 años por --83298-- a lavozdelamemoria.wordpress.com

Aquella noche estábamos frente al televisor, mi madre, mi abuela y yo cuando dieron la noticia. No sabíamos cómo reaccionar ni lo que podía pasar porque mi abuela estaba siempre con la obsesión de que los de Franco habían fusilado a mi abuelo. Estábamos en silencio, cuando soltó uno de sus prontos con su gracia granaína: “Míralo el joío; se pensaba que iba a durar toda la vida. ¡Hale! A tomar por culillo”. Era su forma de expresarse, con ironía y mucha retranca.