Era cuestión de tiempo que la verdad saliera a la luz. “Científistas” de todos los continentes, adictos a ese nuevo dogma llamado evolución querían hacernos creer que Darwin tenía razón, y que la evolución es un proceso gradual basado en el azar, donde la mutación beneficiosa logra transmitirse a un mayor número de descendientes. Los que sabíamos que existía un peldaño demasiado grande entre los Australopitecus y el Homo sapiens ya sospechábamos que la evolución no podría haber acelerado su curso tan rapidamente.
Comentarios
Este va a ser un día muy laaaaargo ...
#28D...
¡INOCENTES! Habéis picado
Muy buena Maikelnai
Vaya... suelo leer este blog y no me esperaba un "artículo" como éste. DA la impresión de que el autor se lo cree a pies juntillas. Y eso de decir que este hombre no está cuerdo y que luego hable de Nibiru, un planeta gemelo al nuestro que los científicos no han encontrado.. en fin, mucha penica.