Hace unos días, The Economist publicaba un interesante gráfico (extraído de una publicación de GlobeScan) que recogía el grado de acuerdo que los habitantes de distintos países del mundo mostraban ante la afirmación “Los ricos se merecen su fortuna”. La dispersión es tremenda: un 60% de los encuestados australianos afirman estar de acuerdo, mientras en España, Turquía, Rusia o Grecia el grado de acuerdo con la afirmación no alcanza el 20%. La pregunta es interesante porque muestra una percepción que define la posición ideológica de una persona.
En la encuesta puede que los españoles nieguen que los ricos se merecen su fortuna, sin embargo en general sentimos una admiracion inmensa por los ricos. Es muy contradictorio que se admire a quien no se merece su fortuna.
Contiene un par de reflexiones y una especie de conclusión muy interesantes (a raíz del segundo gráfico): los ciudadanos con instituciones más corruptas son conscientes de que la riqueza en sus países se alcanza a menudo con medios poco lícitos.
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En la encuesta puede que los españoles nieguen que los ricos se merecen su fortuna, sin embargo en general sentimos una admiracion inmensa por los ricos. Es muy contradictorio que se admire a quien no se merece su fortuna.
Contiene un par de reflexiones y una especie de conclusión muy interesantes (a raíz del segundo gráfico): los ciudadanos con instituciones más corruptas son conscientes de que la riqueza en sus países se alcanza a menudo con medios poco lícitos.