Los vecinos escuchaban repetidamente gritos y golpes provenientes de la casa, y veían a al chico transexual por el edificio cada día más taciturno, sucio, con lesiones sin curar y desnutrido. El final de esta brutal historia es igual de dramático: Roberto muere la madrugada del 1 de septiembre de 2007 sobre un colchón del suelo de su habitación, «desnudo y sucio», dice la Fiscalía.
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¿Pero qué edad tenía el chico como para dejar vivir en su casa a dos así por la cara?