Tal como dice el final del título, espero perder lectores con esta entrada, al más puro estilo mimesacojea. En primer lugar, todos mis mejores deseos de recuperación a Juan José Padilla, con el cual posiblemente tenga alguna amistad en común (él es jerezano y yo vivo en Rota, además somos casi de la misma quinta). Así que, espero que no se tome esto como un motivo de mofa ni nada por el estilo (la prueba está en que no enlazo vídeos ni fotografías de la cornada).
Comentarios
En el toreo, si no hay cornadas, no hay emoción.
Dicho esto, voy a exponer mi opinión: si a mí me preguntan si soy partidario o no de las corridas de toros, diré un "si, pero...", porque considero que en el toreo hay arte, pero también una violencia que es anacrónica en pleno siglo XXI. Soy partidario de que la Fiesta evolucione (cosa que ha ido haciendo desde el siglo XVIII, pero de forma más lenta que el resto de la sociedad) hacia un modelo de corridas de toros sin sangre, como se está haciendo en los USA (en California y Nevada, más concretamente).
Al toro hay que respetarlo, y el toro ha de ser un actor del espectáculo, no una víctima.
Coincido contigo, #1. Y hasta podría considerarlo arte si fuese como planteas, pero hasta ahora el único arte que le veo es el de matar por diversión.
#2 Yo matizaría un poco: creo que más que matar por diversión, lo que se hace es herir y matar a un toro sin necesidad de hacerlo, pero, si me permites, me gustaría añadir algunas consideraciones:
1ª, La suerte de varas y la de banderillas tienen su razón de ser, que básicamente es la de ponerle las cosas más fáciles al torero (los puyazos) y que, una vez que el toro está amansado por ellos, espabilarlo (banderillas) para que recupere su instinto agresivo.
2ª, Los gustos de los aficionados al toreo han evolucionado. De hecho, hasta 1928 (cuando se impuso la obligatoriedad del peto para los caballos en la suerte de varas) lo más habitual era que en cada corrida muriesen más caballos que toros, y lo hacían de una forma más cruel porque quedaban tendidos en la arena con las vísceras a la vista de todos. De hecho, y si observas, lo que valoran los aficionados en la suerte suprema (a la hora de matar) es que ésta sea lo más rápida posible; si el torero no acierta con el estoque en reiteradas ocasiones, lo que sucede es que "pierde puntos" a la hora de que se le concedan los trofeos, porque eso no gusta al público.
3ª, Si se eliminase la sangre, habría quizás menos arte (porque el toro tendería a embestir hacia arriba al no estar puyado) pero habría más emoción (porque sería una lucha de igual a igual, no con el toro mermado de fuerzas como en la actualidad).
Lo que quiero comentar, en definitiva, es que yo no creo que quien va a los Toros lo haga porque le divierta ver morir a un animal; si fuese así, les resultaría más fácil (y barato) ir a un matadero.
Saludos.
#1 #3 en los simsomp prohibieron la cerveza con la ley seca, duff sacó cerveza duff sin alcohol, diciendo su jefe que era igual de buena, e iba a ser un éxito.
A las pocas horas sale cerrando la fábrica...
Esto pasará si hacen eso del toreo sin sangre ni muerte... la gente va al toreo a ver sangre y muerte.
#4 Es una opinión respetable, pero de todas formas te envío un link para que veas como son las corridas sin sangre en California (y el público que va). En youtube, puedes poner "Tourada California".
#5 en Rusia prohibieron una corrida cuando se dieron cuenta de qué era.
Supongo que en California, donde no hay tradición de toros, no supone un cambio dramático de tradición.
Ojo, no defiendo el toreo, pero las corridas sin sangre no van a ser un buen sustituto en España.
#6 Hay tradición en California, en tanto en cuanto las plazas de toros están situadas en zonas donde se concentra una gran cantidad de inmigrantes de origen portugués (azorianos, por más señas).
Y piensa una cosa, la prueba de que el toreo ha evolucionado en la propia España (que es lo más difícil) hacia formas donde prima más el sentido estético y menos la sangre por la sangre está en que, hasta mediados del siglo XVIII, lo habitual en el toreo (que sólo practicaban las clases altas) era lancear al toro hasta la muerte, algo así como lo que es hoy el Toro de la Vega (que es vomitivo incluso para muchos taurinos, pero es tradicional). A finales del siglo XVIII empezó a gustar más un tipo de torero más popular, que como no tenía dinero para costearse un caballo andaba por los pueblos demostrando sus habilidades con el capote. El problema es que el toreo, al ser algo ancestral y que nos retrotrae al pasado, es un mundo al que le cuesta evolucionar más que al resto de la sociedad, de ahí que se mantengan costumbres que nos parecen (y, según nuestros actuales parámetros, lo son) salvajes.
Todo es habituarse; por fortuna, este debate ya está abierto y creo que acabaremos viendo Toros sin sangre en España. Ojalá, por el bien de la Fiesta y por el bien de los toros.