(C&P) Estamos obsesionados con Fukushima. El desastre de la central nuclear nipona sigue provocando titulares alarmistas e incendiarios casi tres años después del suceso, y sigue preocupando gente a la que no tendría por qué preocupar, de no ser por el sensacionalismo de los profetas del Apocalipsis. Los agoreros analizan cada comunicado de TEPCO y cada columna de vapor que aparece en informes o fotos como los augures de Roma analizaban entrañas de animales sacrificados. Y sin embargo olvidan la verdadera tragedia de aquel día...
Comentarios
El tío habla de ciencia y luego compara un terremoto con otro por el número de víctimas instantáneas, cuando la gravedad de lo ocurrido en la central nuclear se debe a que sus efectos perduren por miles de años haciendo inhabitable de por vida (y por muchas, muchas vidas) grandes extensiones de territorio y recursos naturales. Tambien obvia que las víctimas de la radiación son en un 99.99% a medio y largo plazo y que van mucho más allá de la dosis letal produciendo enormes daños subletales en millones de personas.
Todo un ejercicio de cinismo e irresponnsabilidad el de este articulucho.
Me parece muy bien. Ha habido terremotos peores que el de Fukushima. Pero las noticias que salen y que preocupan son de la radiación que se escapa de allí.
churras merinas.
Argumentación de trilero, ah es RTVE!