Publicado hace 13 años por --222416-- a eldescodificador.wordpress.com

Los humanos tenemos un gran concepto de nosotros mismos: matamos a diestro y siniestro y, sin embargo, nos horrorizamos cuando un par de tiburones revoltosos se zampan a un submarinista y arrancan cuatro miembros de nada. Para que se haga usted una idea le diré que cada año los humanos matan más de cien millones de tiburones en todo el mundo. Sólo en el Atlántico la pesca industrial acaba con 1,3 millones de tiburones anualmente. En ese mismo periodo de tiempo a 73 millones de tiburones se les corta las aletas, y luego se devuelven al mar...

Comentarios

j

somos unos verdaderos hipócritas

D

#5 No creo que se pretenda eso en ningún caso. Si acaso, y aceptando tu argumento, se pone al mismo nivel la vida de una persona y la de 100 millones de tiburones.

Y mantengo mi postura de que no es lo que se pretende en el artículo, nadie está defendiendo eso.

t

Yo es que, como homo sapiens, le doy más valor a la vida de un humano que a la de un tiburón.

Y no digo que cepillarse a tiburones a diestro y siniestro esté bien, ni mucho menos, pero no se puede plantear el tema como si fuese lo mismo una vida humana que la de un pez.

f

#2 El mismo argumento *** de siempre...

t

#3 Si te parece incorrecto, rebátemelo. ¿Tú consideras entonces que una vida humana vale lo mismo que la vida de un tiburón? Porque eso lleva a conclusiones cuando menos curiosas, como que la matanza de tiburones es un acontecimiento mucho más grave que, por ejemplo, el Holocausto nazi.

D

#2 Nos sentimos emocionalmente más vinculados a una vida humana que a una animal, y dentro del reino animal más unidos cuanto más próximos estemos en la cadena evolutiva. De ahí a colegir que somos superiores, hay una gran distancia, y es de eso de lo que habla el artículo.

t

#4 Si a mí me parece muy bien que se luche contra la matanza indiscriminada de tiburones, porque es una barbaridad. Pero no se puede hacer usando falacias como poner al mismo nivel la vida de un tiburón que la de una persona, porque entonces se pierde toda credibilidad en lo que se denuncia.