La muerte de cuatro hombres gays en parecidas circunstancias a lo largo de los últimos diez meses ha despertado las alarmas entre la comunidad gay de Johannesburgo. Si bien la Policía sudafricana está tratando los casos por separado, existe temor a que se trate de asesino en serie o de una ola de crímenes que tengan una motivación homófoba.